viernes, 15 de julio de 2016

Democrático

El prestigioso diario El País, en su página de  Opinión, concretamente en la sección Mirador, edita un certero e irónico artículo firmado por  Jorge M. Reverte, periodista, escritor,  colaborador en varios medios de comunicación, entre los cuales; El País.  Toda una buena pluma.


Artículo que adjuntamos  en elblogdrfcosvi, por entender que será del interés de nuestros lectores. 


Fotografía del autor, en la presentación de su libro,; “Inútilmente guapo, Mi batalla contra el ictus (Editorial: La esfera de los libros). Relata un tiempo de su vida, una dura experiencia, una enfermedad que a él le afectó. Desde una mirada optimista, pero a su vez; duro, desgarrador y realista, sobre lo que representa sufrir un ictus, vivir con él, y para la familia. 


Lo compartimos, nos identificamos, lo entendemos, nos solidarizamos,   principalmente por tener  a un ser muy, muy querido que lo ha sufrido; mi hermano Toni, " el Petit" El libro es ilustrador, una forma de aceptar, de seguir viviendo, de tener actividad, de continuar con la ilusión,dentro de la nueva situación; la prevalencia de la enfermedad y todo lo que ello puede conllevar. Un libro que desde elblogderfcosvi recomendamos









Democrático

Por: Jorge M. Reverte

15/07/2016

El País


PDC es un partido nuevo, transversal, sin corrupción, y con un mensaje claro que alguien llamará enseguida el 'Catalexit'


Se abre el telón, ¿qué película es? Y hay un bobo desinformado que dice: “Convergencia Democrática”, y es acallado por una abrumadora carcajada colectiva. La solución buena es Partit Demócrata Català, que no es preciso traducir al castellano.

En el nuevo partido caben Artur Mas y Carles Puigdemont, lo que llevó al error al tipo que no acertaba la película al principio de este artículo, pero no caben cierto tipo de acciones. Por ejemplo, nadie del PDC podría haber tenido nada que ver con la financiación ilícita a través de contratas de basura en Lloret de Mar, o haber entregado la gestión de un hospital a una empresa a cambio de 80.000 euros de financiación para el partido. Eso eran cosas de partidos viejos como Convergencia, en los que militaban personajes como Artur Mas o Carles Puigdemont.

Y se hace un congreso y, de golpe, se encuentra uno militando en un partido limpio, brillante, como una patena. Si se llamaba Artur Mas alguno de los que hicieron cosas como esas, era una coincidencia, porque Mas y Puigdemont no militan en Convergencia, sino en el PDC. Desde hace más de 10 minutos, el PDC no tiene nada que ver con la corrupción.

En cuanto a su adscripción ideológica, un mínimo estudio de Politología permite afirmar que pretende dirigirse a un amplio abanico de votantes. Es un partido con vocación transversal. Aquí caben todos los que quieran… Con algún matiz.

Y es que el partido señala que es independentista, catalán para más precisión. Es decir, que se ha acabado la tontería del soberanismo y se va directo al grano. Es un partido transversal de independentistas catalanes.

Y hay un anuncio para quien mande en el Gobierno español: le van a dar la vara hasta hartarse con la cuestión de la independencia y los porcentajes. Los expertos del PDC saben bien usar las matemáticas, como demostraron en las últimas elecciones en las que se vio que el 52% de los votos es menos que el 48%. O sea, que si alguna vez consiguen el 51, ya no va a haber nadie que les apee de ello. Todos esos magos de la matemática están en el PDC, donde tienen predicamento.

¿Se puede pedir más? Un partido nuevo, transversal, sin corrupción, y con un mensaje claro que alguien llamará enseguida el Catalexit. Todo a pedir de boca.
Y aquí, antes de enfadarse con tanta tontería, viene muy a cuento el discurso que propone la vía canadiense, cuya mayor virtud es que las matemáticas se usan bien.