domingo, 9 de octubre de 2022

Zelenkenstein

Insertamos en el blog de fcosvi, este interesante artículo, firmado por Marco Travaglio (Turín-Italia- 13-10-64). Artículo de opinión que entendemos será del interés de los seguidores del blog de fcosvi

Marco Travaglio, periodista, ensayista y comentarista. Graduándose en Literatura Moderna con una tesis en Historia Contemporánea en la Universidad de Turín. Convirtiéndose en periodista profesional e iniciando su carrera como freelance en pequeños diarios, como el católico; Il nostra tempo.

Ha desempeñado su labor profesional entre otros diarios; El Diario, La Voce, La República, Il Messaggero, L’indipendente. Desde hace algunos años es director de la versión en papel de il Fatto Quotidiano. Su interés periodístico entre otros aspectos profesionales es la actualidad judicial y política, además de tratar temas sobre la mafia y la corrupción. 



Imagen y texto de: Infosannio. Biden y Zelenski 



 Zelenkenstein 

Por: Marco Travaglio
infosannio 
Il Fatto Quotidiano 

08/10/2022

Tarde o temprano tenía que pasar. Fue suficiente esperar. Después de atiborrarse de miles de millones y armas, EE. UU. descubre que el gobierno de Zelensky "carece de transparencia" tanto en la guerra en Ucrania como en los "planes militares encubiertos en territorio ruso". Como cuando organizó el asesinato de Darya Dugina en Moscú (que quizás incluyó el de su padre Alexander Dugin, un filósofo putiniano, que quebró) sin consultar a Washington. Hasta ahora coincidía el interés de EEUU y Ucrania (y en ocasiones incluso Rusia) en escalar una guerra interminable: sólo Europa tenía el interés contrario, aunque sus gobiernos locos sigan sancionando y desangrando a sus pueblos. Pero ahora la advertencia de Estados Unidos en Kiev y la alarma de Armagedón de Biden podrían dar la vuelta a la guerra. Tal vez en un mes, después de las elecciones de medio término. Lo importante es que, si no los gobiernos europeos más adictos al belicismo beocio (como el nuestro), al menos Washington entienda que la justa solidaridad con el pueblo ucraniano atacado por los rusos no debe confundirse con la obediencia ciega y religiosa al verbo de Zelensky. También serán legítimos sus continuos pedidos y reclamos, pero deben ser examinados uno por uno y no sufrirse como dogmas de fe, porque sus intereses no necesariamente coinciden con los de su pueblo, mucho menos con los nuestros. 

Durante demasiado tiempo lo hemos dejado hacer y decir todo, colgando de sus labios. Se presentó en el parlamento griego con un nazi de Azov y todos se quedaron callados. Proscribió a los once partidos de oposición arrestando a su líder y todos callaron. Apoyó represalias feroces contra los "colaboracionistas" de habla rusa, y todos guardaron silencio. Estaba vendiendo engaños como los misiles rusos en la planta de energía Zaporizhzhya o la cámara de tortura con dientes de oro arrancados de las víctimas, y todos estaban en silencio. Nos dijo que dejáramos el gas ruso que seguía comprando, incluso recaudando los rublos por los derechos de tránsito del gasoducto, y todo callado. Por decreto prohibió todas las negociaciones con Putin, y todos guardaron silencio. De hecho, puertas abiertas para la UE y la OTAN, de forma gratuita. La excusa fue que Putin es infinitamente peor que él y Rusia es el agresor y Ucrania es el agresor, como si alguien lo negara (al menos desde el 24 de febrero). Como si los que quieren negociaciones fueran putinianos. Es como si no tuviéramos que esperar del aliado que financiamos y armamos conductas más civilizadas que las del enemigo contra el que luchamos. Ahora que EEUU desvela la acción terrorista en Kiev sobre una mujer de 29 años culpable únicamente de ser hija de su padre, resulta que Frankenstein se ha escapado de las manos de sus creadores americanos y europeos. Que ahora, a la estocada -ojalá- de tantas plazas llenas, habrá que mostrarle la única meta posible: la negociación de la paz, no el holocausto nuclear.

Nota de fcosvi:

Desde todo mi respeto, ¡ como no! del excelente artículo de  Marco Travaglio, discrepo en algunos aspectos. Primero. -  en lugar de señalar a Europa, entiendo que debería indicar; Unión Europea.

Y, en Segundo lugar, discrepo sobre; “la justa solidaridad con el pueblo ucraniano atacado por los rusos¿ la justa solidaridad con el pueblo ucraniano

Per favore! Marco, ecco cosa sta succedendo; È puro interesse geopolitico e non perdere egemonia economica o politica. Di solidarietà con i cittadini, niente affatto, né di pace. E per questo è necessario, come sempre, sensibilizzare l'opinione pubblica (la russofobia ne è una forma), nel caso giunga il momento che un intero conflitto bellico abbia luogo. 

Entiendo que, Rusia no ha atacado al pueblo ucraniano. El gobierno de Putin ha ido escuchando durante unos 8 años las constantes llamadas de auxilio de los gobiernos de las Republicas Populares situadas al este de Ucrania. Republicas independientes de Ucrania y lo son, a raíz de los referéndums de mayo del 2014, donde de una forma muy mayoritaria, la población expresó su voluntad de independizarse de Ucrania. Llamadas de auxilio producidas ante los constantes recibidos ataques bélicos del gobierno de Kiev (Ucrania). Embestidas bélicas y de carácter terrorista, causando una enorme destrucción, cientos de miles de heridos y muertes. Pudiéndose hablar de exterminio de la muy mayoritaria población prorrusa de estas Republicas Populares. Provocándose con ello, enormes cantidades de emigración (refugiados) hacia otros puntos geográficos, principalmente a Rusia, a la Unión Europea e incluso a EE.UU.

El presidente Putin en solidaridad y respuesta a las muchas  llamadas de auxilio, llamó a las puertas de organizaciones internacionales, a la Unión Europea denunciando lo que se estaba aconteciendose  en las Repúblicas Populares, el este de Ucrania,  por parte de un agresor gobierno de Kiev. Como resultado se efectuaron diversas reuniones de carácter internacional; Ginebra y en  Minsk, en dos ocasiones. Todos los tratados firmados fracasaron, lno fueron cumplidos por parte del gobierno de Kiev, con el silencio cómplice de los gobiernos “democráticos” del llamado mundo occidental que participaron a dichos acuerdos.   

Hasta que, finalmente, por humanismo y en solidaridad con la ciudadanía de las Republicas Populares el gobierno del presidente Putin, no sin antes efectuar diversos avisos a Kiev, a la UE, a EE. UU y a la OTAN. La respuesta de todos ellos, fue la provocación y todo lo que representaba un enorme riesgo e inseguridad para Rusia y su población.   Finalmente, el pasado mes de febrero, el gobierno de Rusia se dispuso a ayudar a la ciudadanía y gobiernos de las repúblicas populares. No atacando al pueblo ucraniano, sino ayudar en la  defensa  de un muy  agresivo belicismo del gobierno de Kiev contra  la ciudadanía  de dichas Republicas.