jueves, 26 de marzo de 2020

Un Gobierno que miente

El diario digital Vozpópuli en su Editorial del día de hoy publica un muy acertado artículo de opinión, en el cual se retrata perfectamente, a juicio, de elblogdefcosvi, la enorme ineptitud y mendacidad política del presidente del gobierno central, señor Sánchez y de una mayoría de los miembros del gobierno, incluidos como no, a los de Unidas Podemos. Y que para mayor inri, se presentan ante la ciudadanía, vestidos de todo un enorme egocentrismo político.

Artículo Editorial  que consideramos será del interés de nuestros lectores/as, por lo cual lo agregamos en elblogdefcosvi.  



Vozpópuli

Editorial

OPINIÓN

a 26/03/2020

Un Gobierno que miente

En una maniobra vergonzante, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha visto obligado a admitir la realidad del positivo por coronavirus de Carmen Calvo


España atraviesa la peor crisis en lo que va de siglo con el peor Gobierno imaginable al frente. En plena pandemia del coronavirus, nuestro país acaba de superar a China en el ominoso ránking de fallecidos, y aún no hemos pasado lo peor. Ante panorama tan desolador, la capacidad de reacción del Ejecutivo que comanda Pedro Sánchez se adivina incierta, como no podía ser de otro modo tratándose de un equipo formado por gente fundamentalmente inexperta, aunque su maestría es innegable cuando del grito radical y la pancarta extremista, del ruido y la furia vacía de contenido, se trata. Enfrentado a un problema mayúsculo, como el que supone esta pandemia, su desempeño no puede ser más lamentable. El resultado es una aproximación al drama que vivimos titubeante, improvisada y siempre tardía, siempre por detrás de los acontecimientos.

Este es un Gobierno que claramente no está a la altura del envite histórico que le ha tocado afrontar y que, además, no tiene el menor respeto por la verdad. Sánchez más parece un jugador de ventaja, un trilero profesional, que el presidente del Gobierno de una democracia parlamentaria. Acaba de demostrarlo, una vez más, con lo ocurrido en torno al contagio de su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, al verse obligado a admitir, un día después de la intachable información publicada por este diario, que la prueba que le realizaron el martes había dado positivo. Tras la noticia de Vozpópuli, La Moncloa respondió con la añagaza del “negativo no concluyente”, una patraña sin sentido que desprestigia a la Presidencia del Gobierno y contribuye a deteriorar el ya de por sí escaso crédito del que goza Sánchez y su equipo.

En una maniobra vergonzante, el Ejecutivo se ha visto obligado a admitir la realidad del “positivo” por coronavirus de Calvo. Vozpópuli tenía razón y Moncloa mintió. Lo hizo seguramente porque el positivo de la vicepresidenta apuntala aún más las numerosas querellas que esperan a este Gobierno por haber permitido y alentado la manifestación feminista del 8 de Marzo. La mentira como forma de hacer política. Mintió este Gobierno con la visita nocturna a Barajas del ministro Ábalos en el escándalo de Delcy Rodríguez, también destapado por este periódico. Mintió con la carta de petición de ayuda a la OTAN, en la que fija el 9 de marzo como fecha de arranque del contagio masivo, justo después, qué casualidad, de la manifestación. Miente cuando culpa al empedrado de la no llegada de esos suministros sanitarios que los hospitales reclaman a gritos. Y sigue mintiendo cuando carga sobre los gobiernos autonómicos la responsabilidad de los errores cometidos en la gestión de la tragedia.



                                           La hora de la verdad




En momentos tan dramáticos como los actuales, el país reclama con toda urgencia un Gobierno que no mienta. Es la hora de la verdad. España no puede afrontar la sangría de los cientos de muertos que la pandemia provoca diariamente con la sospecha, que para muchos es certidumbre, de que a los mandos de la administración del Estado se encuentra un mentiroso dispuesto a dispensar justificaciones inauditas cada vez que es requerido. Un personaje cuyo único interés parece residir en alimentar su ego a través de un uso inmoderado de la televisión pública, desde la que se permite lanzar unos mensajes tan largos como vacíos de contenido, seguidos de unas ruedas de prensa –que el portavoz del Ejecutivo pastorea sin ningún rubor- que harían enrojecer de vergüenza a cualquier Gobierno de una democracia liberal. Ello por no hablar de las interminables comparecencias de ministros y expertos varios, que poco aclaran y nada tranquilizan.

En días de terrible tribulación, los españoles se sienten orgullosos de sus sanitarios, auténticos mártires de esta gran catástrofe, de sus policías, sus transportistas, sus militares, sus farmacéuticos, y todos aquellos colectivos que, arriesgando sus vidas, mantienen en pie los servicios básicos del país. No pueden estarlo, sin embargo, de un presidente y de un Gobierno dedicados a mentir sin el menor rubor. Ningún estado de alarma justifica tanto engaño y tanto desprecio a la transparencia. España no se merece un Gobierno que miente por sistema.

Esta vez es realmente diferente

El periódico El País, edita en su pagina de OPINIÓN, Tribuna, un muy interesante artículo firmado por Carmen M. Reinhart.

Carmen M. Reinhart, licenciada en economía por la Universidad Internacional de Florida, realizando estudios de posgrado en la Universidad de Columbia. Ha trabajado en el departamento de investigación del FMI, ha sido profesora en la Universidad de Maryland y en la de Harvard, investigadora del National Bureau of Economic Research. En la actualidad es profesora del Sistema Financiero Internacional en la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. Habiendo publicado varios artículos sobre temas económicos, financieros y bancarios, en especial, sobre sus crisis.  

Por considerar que dicho artículo editado en El País y firmado por,Carmen M. Reinhart, puede ser del interés de nuestros seguidores/as, lo adjuntamos en elblogdefcosvi   



Ilustración de  Eulogia Merle 



                         Esta vez es realmente diferente


Este es el momento en el que el “todo lo que haga falta” se aplique a políticas fiscales y monetarias innovadoras y de gran escala para que la emergencia sanitaria no se convierta en una crisis financiera




Carmen M. Reinhart


El País

TRIBUNA

por: Carmen M. Reinhart 

a 26/03/2020

Si bien las pandemias son comparativamente raras, y las severas más raras aún, no tengo conciencia de un episodio histórico que pueda ofrecer alguna perspectiva sobre las posibles consecuencias económicas de la crisis global que está generando el coronavirus. Esta vez es diferente.

Una característica esencial de este episodio que lo hace único es la respuesta política. Los Gobiernos de todo el mundo están dando prioridad a medidas que limitan la propagación de la enfermedad y salvan vidas, incluido el confinamiento total de una región (como en China) y hasta de países enteros (Italia, España y Francia, por ejemplo). Una lista mucho más extensa de países, entre ellos Estados Unidos, han impuesto prohibiciones estrictas de viajes internacionales y han prohibido cualquier tipo de evento público.

Estas medidas no podrían estar más lejos de la respuesta política al brote viral más letal de los tiempos modernos, la pandemia de la gripe española de 1918-1919. Esa pandemia, que se cobró 675.000 vidas en Estados Unidos y por lo menos 50 millones en todo el mundo, ocurrió en el marco de la I Guerra Mundial. Este dato por sí solo impide trazar alguna comparación relevante con respecto a los efectos de la pandemia de la Covid-19 per se en la economía de Estados Unidos o global.

En 1918, el año en el que las muertes por la gripe alcanzaron un pico en Estados Unidos, las quiebras comerciales estaban en menos de la mitad de su nivel previo a la guerra, y fueron aún más bajas en 1919. Impulsado por el esfuerzo de producción de tiempos de guerra, el PIB real de Estados Unidos creció el 9% en 1918, y alrededor del 1% al año siguiente, inclusive mientras la gripe hacía estragos.

Con la Covid-19, en cambio, la enorme incertidumbre en torno a la posible propagación de la enfermedad (dentro de Estados Unidos y a nivel global) y la duración de la paralización económica casi total que hace falta para combatir el virus hacen que los pronósticos sean poco menos que una adivinanza. Pero, dada la magnitud y el alcance de la crisis del coronavirus, que destruye la demanda agregada y, al mismo tiempo, altera la oferta, los efectos iniciales en la economía real probablemente superen los de la crisis financiera global de 2007-2009.



"Los efectos iniciales en la economía real probablemente superen los de la crisis financiera global de 2007-09"




Si bien la crisis del coronavirus no empezó como una crisis financiera, puede llegar a serlo y con una gravedad sistémica. Al menos hasta que la actividad económica reducida resulte en pérdidas de empleos, los balances de los hogares norteamericanos no parecen problemáticos, como sí lo eran en el periodo previo a la crisis financiera global. Es más, los bancos están mucho más capitalizados que en 2008.

Sin embargo, los balances corporativos parecen mucho menos saludables. Como dije hace más de un año, las obligaciones de deuda garantizada (CLO, por sus siglas en inglés), cuya emisión se ha expandido rápidamente en los últimos años, comparten muchas similitudes con los célebres títulos respaldados por hipotecas de alto riesgo que alimentaron la crisis financiera global.

La búsqueda de rendimientos en un entorno de tasas de interés bajas ha alimentado olas de préstamos de baja calidad (y no solo en obligaciones de deuda garantizadas). No sorprende, entonces, que la reciente caída bursátil haya expuesto altos coeficientes de apalancamiento y mayores riesgos de default.

Como si la crisis del coronavirus no fuera suficiente, la guerra petrolera entre Arabia Saudí y Rusia ya casi ha reducido a la mitad los precios del petróleo, agravando la difícil situación del sector energético de Estados Unidos. En un momento en que gran parte de la industria está afectada por las alteraciones de la cadena de suministro, y amplios segmentos del sector de servicios están más o menos paralizados, los defaults corporativos y las quiebras entre empresas pequeñas y medianas van a dispararse, a pesar del estímulo fiscal y monetario.

Es más, en tanto se desarrolla la crisis del coronavirus de 2020, las similitudes entre los bonos corporativos de alto rendimiento y los títulos soberanos de países en desarrollo parecen estar afilándose.



"Las políticas de aislamiento y distanciamiento que salvan vidas también conllevan un coste económico enorme"



Si bien la crisis financiera y de deuda de los años 1980 afectaron a los mercados emergentes, la crisis financiera global fue una crisis financiera (y, en algunos casos, también una crisis de deuda) en las economías avanzadas. El crecimiento promedio del PIB anual de China de más del 10% en 2003-2013 hizo subir los precios de las materias primas globales, impulsando a los mercados emergentes y a la economía global. Y, a diferencia de las economías avanzadas después de la crisis financiera global, los mercados emergentes tuvieron recuperaciones económicas en forma de V.

Sin embargo, en los últimos cinco años, los balances de los mercados emergentes (tanto públicos como privados) se han deteriorado, y el crecimiento se ha desacelerado significativamente. En igualdad de circunstancias, el reciente recorte significativo de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y otras medidas en respuesta a la pandemia deberían aliviar las condiciones financieras globales también para los mercados emergentes. Pero la igualdad de circunstancias está lejos de ser real.

Por empezar, la clásica huida a títulos del Tesoro de Estados Unidos en tiempos de estrés global y el alza del índice de volatilidad VIX revelan un marcado incremento de la aversión al riesgo entre los inversores. Estos episodios normalmente conviven con diferenciales de riesgo de intereses en marcado aumento y reversiones abruptas de los flujos financieros en tanto el capital sale de los mercados emergentes.

Por otra parte, el desplome de los precios del petróleo y las materias primas reduce el valor de muchas exportaciones de mercados emergentes y, por tanto, afecta el acceso de esos países a dólares. En el caso más extremo (pero no único) de Ecuador, por ejemplo, estos riesgos se han traducido en un diferencial soberano de cerca de 40 puntos porcentuales.

Finalmente, el crecimiento económico de China fue un motor importante de sus préstamos significativos a más de 100 países en desarrollo de bajos y medianos ingresos en los últimos 10 años, como demostré en un documento reciente que escribí con Sebastian Horn y Christoph Trebesch. La ola de datos económicos débiles procedentes de China para principios de 2020, por ende, aumenta la posibilidad de una reducción sustancial de los préstamos al exterior.

Desde los años treinta las economías avanzadas y emergentes no experimentaban la combinación de una caída del comercio global, precios de materias primas globales deprimidos y una recesión económica sincronizada. Es verdad, los orígenes de la crisis actual son inmensamente diferentes, como lo es la respuesta política. Pero las políticas de aislamiento y distanciamiento que están salvando vidas también conllevan un coste económico enorme. Una emergencia sanitaria puede evolucionar hasta convertirse en una crisis financiera. Claramente, este es un momento de “todo lo que haga falta” para políticas fiscales y monetarias innovadoras y de gran escala.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Fanáticos a coro

El periódico, El País, incluye en el día de hoy, en sus paginas de OPINIÓN, un acertado artículo. 

Por entender que dicho artículo, puede ser del interés de nuestros lectores lo incluimos en elblogdefcosvi

Nota de elblogdefcosvi: acertado el calificativo de ultranacionalistas. Para elblogdefcosvi, son los políticos catalanes de la argucia política disfrazada de independencia. Para el resto,  mayoritariamente son denominados de   independentistas.  


El confinamiento para Catalunya que exige el presidente Torra, tiene el soporte de ERC, partido político que forma parte del gobierno catalán, desde el 2015. En la legislatura anterior, la X, fue el partido que siendo líder de la oposición, a su vez apoyaba al gobierno catalán. ERC, es la formación política que ofrece apoyo parlamentario desde junio del 2018, deduciéndose el intervalo de período electoral, al gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez






Fanáticos a coro


El independentismo había reclamado hasta ahora el monopolio del respeto, y lo que ha demostrado en esta crisis es una irrefrenable disposición a ofender


      

 El presidente de la Generalitat, Quim Torra. @GOVERN EUROPA PRESS


Opinión 

El País

a, 18/03/2020




El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha acusado al Gobierno de hacer política con el coronavirus sin adoptar medidas eficaces para contenerlo. Por otra parte, la exconsejera Clara Ponsatí, huida de la justicia, ironizó ofensivamente con el elevado número de fallecidos en Madrid, mientras que su antiguo jefe, Carles Puigdemont, la jaleaba antes de advertir el lado siniestro de la agudeza.

Este aquelarre de mal gusto provocaría vergüenza ajena si no fuese porque sus protagonistas dirigen un partido que gobierna Cataluña, y porque en sus manos se encuentran instrumentos fundamentales para prevenir la progresión de la pandemia entre más de siete millones de ciudadanos. A juzgar por las confusas explicaciones del president Torra, el mayor problema sanitario que plantearía el confinamiento decretado por el Gobierno central es que no lo ha decidido la Generalitat. Solo así puede entenderse su enrevesada denuncia de que el presidente Sánchez y su Ejecutivo politizan el virus por adoptar decisiones para combatirlo. Según Torra, la medida técnica más urgente para evitar la progresión de la pandemia no era decretar que los ciudadanos de toda España, incluida Cataluña, permanecieran en sus casas, sino establecer controles en los accesos a Cataluña.

Se sabía que situaciones tan graves como la que atraviesa no solo España, sino también el resto del mundo, ponían a prueba los Gobiernos. Ahora se sabe, además, que revelan la verdadera naturaleza de algunos programas políticos, por no hablar de la estatura moral de algunos líderes. El independentismo había reclamado hasta ahora el monopolio del respeto, y lo que ha demostrado en esta crisis es una irrefrenable disposición a ofender. Había ensalzado, además, el valor liberador de las sonrisas, y lo que ha revelado es su falta de escrúpulos para reírse a destiempo. El coro de voces destempladas que se ha levantado desde el independentismo con ocasión de la crisis del coronavirus no los ha identificado como los demócratas europeístas que dicen ser, sino, a fin de cuentas, como los ultranacionalistas fanáticos que son.

domingo, 15 de marzo de 2020

El alto precio que aumenta de día en día

El País Semanal, adjunta un acertado, a nuestro juicio, artículo de opinión, en su columna La Zona Fantasma, firmado por el siempre adecuado Javier Marías

No sin antes, manifestar nuestra satisfacción por la publicación de dicho artículo de opinión. Línea de opinión que en estos últimos meses estaba ausente del periódico El País. Por ello y entendiendo que dicho artículo será del interés de nuestros seguidores/as, lo incorporamos en elblogdefcosvi

Habiendo comunicado en alguno  de nuestros artículos  cierto déficit  deontológico en El País, así como en otros medios de comunicación del grupo. Un incomprensible posicionamiento mediático  favorable  al PSOE Sanchista, a las decisiones y gestiones políticas del gobierno, de  su presidente, el señor Pedro Sánchez y a su vez, claramente desfavorables al resto de los partidos políticos, denominados despectivamente de derechas.  

Para elblogdefcosvi, las decisiones, la gestión política una vez transcurrido el primer mes ( 02-06-2018) del gobierno y de su presidente, señor Sánchez, han sido de  una total carencia de nivel de Estado, de baja altura política, de autoridad y de visión. Continuándose de forma más alarmante  en esta segunda etapa (07-01-2020). Sumándole  a todo ello, una irresponsabilidad y expuesta incoherencia política. Habiéndose hecho acreedor de todo descrédito político. Todo un cúmulo  de trascendentes y  anómalas incongruencias políticas, únicamente pudieran ser comprensibles, aún no fueran aceptadas democraticamente, si entre ellas hubiera un espacio de muchos años, pero no  es, a nuestro juicio, normal psicologicamente si únicamente existen semanas entre las mismas y algunas de enorme relevancia.  


Satisfacción con el periódico El País, por dicha publicación, confiando sea, como decimos los catalanes: " Una flor no fa estiu, però si primavera" y que, lo escrito por Soledad Gallego-Díaz, en su artículo del El País, del pasado día 1 sobre el periódico, no únicamente sea un deseo, sino toda una realidad, escribía Soledad Gallego-Díaz:  " Un cambio de Modelo" "Hacer El País no es fácil" " los ciudadanos necesitan información veraz y opiniones plurales, medios que respeten y busquen la verdad". Así lo deseamos elblogdefcosvi, lo cual no debe de existir ningún problema para que así sea, pues El País, ya lo poseía . 

El País, por su prestigio mediático, entendemos, no puede hacer campañas en contra de, o a favor de. A nuestro criterio, debe de investigar, informar, constatar, comunicar, entrevistar, respetar, etcétera. Lógicamente y siendo empresa privada, dentro de su ideario o línea editorial, pero no con la predisposición a ello, sino a la periodística, a su código deontológico. El consumidor de El País, debe de informarse, reflexionar y posicionarse, si así lo desea. El País, no puede ser, por citar, una CCMA (TV3, 3/24Catalunya Ràdio, etcétera), con el agravante de que , este medio de comunicación,es público.

Javier Marías ( 20-09-1951-Madrid), Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. escritor, traductor y colaborador del periódico, El País. Ejerció de profesor de literatura Española en la Facultad de Lenguas Modernas y Medievales en la Universidad de Oxford, en el Wellesley College de Boston, así como lo fue de teoría de la Traducción en la Universidad Complutense de Madrid.  Es miembro de la Real Academia Española.  Javier Marías es autor de numerosos libros, publicados en varios países y en diversos idiomas. habiendo recibido el reconocimiento internacional. Obteniendo el mérito del  prestigioso sello inglés Penguin, incorporando siete de sus libros, relatos y ensayos.   



Javier Marías





La zona Fantasma 

por: Javier Marías

15/03/2020  



Uno de los lemas más repetidos por la actual coalición de Gobierno es que éste emerge de las urnas, y por tanto de la voluntad de los ciudadanos. Técnicamente —mejor dicho, burocráticamente— es así, pero la frase es del todo falsa. Va pasando el tiempo y muchos de los que el 10 de noviembre votamos al PSOE todavía aguardamos alguna explicación. Lo votamos tras la promesa (del 20 de septiembre, sólo cincuenta días antes de las elecciones) de que Sánchez no gobernaría en ningún caso con Podemos, incluida su famosa afirmación de que, si se plegara a ello, ni él ni la mayoría de los españoles dormiríamos tranquilos. Ni siquiera partidarios de Podemos, subrayó. Dos fechas después del 10-N se apresuró a sellar con abrazos la alianza a la que jamás iba a prestarse.

A estas alturas no sabemos ni por qué ni a cambio de qué. Con un desprecio que ha convertido en respetuosas las actitudes despectivas de Rajoy, y que lo equipara más bien con Aznar, no se ha dignado comunicarnos la veloz evolución que sufrió. De hecho, su Presidencia es ya, en tan corto espacio de tiempo, la más oscura y opaca conocida en democracia. Se nos escamotea en qué consiste esa pamema llamada “mesa de negociación” para Cataluña, y se nos oculta qué ofrece el Gobierno a quienes —­es cosa sabida— jamás se van a dar por contentos y además son naturalmente desleales, como reconoció ante el Congreso la diputada Bassa, de ERC: “La gobernabilidad de España me importa un bledo”. No se entendía, entonces, qué diablos hacía allí ni por qué cobraba del erario.

Pero poco a poco vimos, a la fuerza, cuánto costaba el apoyo de los escuálidos 35 escaños que le quedaron a Podemos tras su último retroceso. El precio era carísimo: una vicepresidencia y nada menos que cuatro ministerios. De esos cinco nombramientos, dos iban a parar al mismo domicilio, en una muestra más de una “industria” muy arraigada en España, la conyugal. (Por mucha valía que se atribuya a dos cónyuges, deberían evitar estos acaparadores repartos, porque pintan mal indefectiblemente.) Vimos cómo esos ministros, a su vez, contrataban a secretarios y subsecretarios de sus filas, de manera que no son pocos los dirigentes podemitas con buenos sueldos a cargo del contribuyente. Pero no parece que el precio terminara aquí. Desde que el Gobierno echó a andar, el Vicepresidente para asuntos sociales, Iglesias, se ha inmiscuido en cuanto no es de su competencia, con el beneplácito de su jefe (supuesto). Se insertó en la pamema catalana. Desplazó al Ministro de Agricultura en las protestas del campo, metió la pata, empeoró la situación y, con demagogia de activista puro, imitó a Torra e instó a los agricultores a “seguir apretando, porque lleváis razón”. Seguramente la lleven, pero en aquellos momentos estaban cortando e incendiando carreteras, y resulta inaudito que desde el Gobierno se los alentase a infringir la ley.


"Sigo esperando explicaciones que no me dan. A este Gobierno que nos han colado con mala fe, jamás lo habría votado"


Nadie ignora los fuertes vínculos de Podemos con el golpista Hugo Chávez y —menos flagrantes— con el dictador Maduro, y, oh casualidad, la política exterior española viró respecto a Venezuela, rebajando a los opositores de ese país. ¿También se permite que Podemos dicte la diplomacia? ¿También eso es parte del altísimo precio nunca especificado? Iglesias manifestó hace tiempo que quería para sí RTVE y el CNI, los servicios secretos. Se le dijo que ni hablar. Pero ahora se han maquillado leyes para que esté en la comisión que controla al CNI. Tampoco aquí ha habido explicación. Pero cualquier votante mínimamente informado ve consecuencias preocupantes. ¿Es prudente que esté al tanto de todos los secretos de Estado quien siente como misión acabar con la monarquía parlamentaria y el “régimen del 78? Ante una nunca descartable reavivación de ETA o de un grupo afín irredento, ¿es de fiar quien se amiga sin cesar con Bildu y se funde en abrazos con Otegi, “ese hombre de paz? ¿Quien, en la última o penúltima Diada, gritó a voz en cuello “Visca Catalunya lliure!”, como si estuviera oprimida? ¿Quien recibió financiación iraní para un programa de televisión, según se cuenta —no sé— por doquier? Tener a alguien así en la comisión del CNI convierte a nuestros servicios secretos en indignos de confianza para los de los demás países, en una época en la que el intercambio de información entre ellos es vital para protegerse de atentados yihadistas o de las injerencias de Putin para minar y destruir la Unión Europea. Por lo visto la CIA, el MI5 y el MI6 británicos, los alemanes, no digamos el Mossad, dudan que puedan permitirse colaborar más con el CNI.

Uno ya no sabe si es que el precio de Podemos aumenta de día en día o si el cuento del insomnio fue una escenificación destinada a engañar. Es decir, si ya Sánchez sabía entonces lo que acabaría haciendo: en cincuenta días no se cambia diametralmente de postura. Sea como sea, este Gobierno no puede ser resultado de nuestra voluntad, cuando demasiados fuimos a votar condicionados por graves mentiras, creyendo exactamente lo contrario de lo que se nos ha endilgado. No sé otros, pero yo sigo esperando explicaciones que no me dan, porque me siento personalmente estafado. A este Gobierno que nos han colado con mala fe, jamás lo habría votado.

viernes, 13 de marzo de 2020

Virus corona en los EE.UU

El periódico alemán, Süddeutsche Zeitung, edita un ilustrativo artículo firmado por su corresponsal, Thorsten Denkler.

Por considerar que dicho artículo puede ser del interés de nuestros lectores/as, lo adjuntamos en elblogdefcosvi.




Virus corona en los EE.UU 

El cobarde Sr. Trump


Detener los viajes entre los Estados Unidos y Europa suena drástico y decidido. De hecho, es solo un intento negligente de distraerse de su propio fracaso.



Thorsten Denkler



por: Thorsten Denkler 

periódico, Süddeutsche Zeitung

a 13-03-2020


Solo hay una manera correcta para los buenos líderes en una crisis: hacer que la situación sea clara y seria. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump , no hizo nada de esto cuando pronunció su discurso televisivo de casi nueve minutos a la nación en la Oficina Oval el miércoles por la noche.

Fue un discurso que dejó sin palabras. El problema no es que haya suspendido el tráfico aéreo desde el área de Schengen a los EE. UU. Debido a la crisis del coronavirus . La Organización Mundial de la Salud no considera que esto sea particularmente inteligente, pero ciertamente puede dividirse. El problema no es que él prometa mantener el daño financiero al individuo lo más bajo posible. En China Town, en Nueva York, un restaurante tras otro se está cerrando debido al miedo al virus corona. Esta ayuda se necesita con urgencia.


Trump detiene la entrada desde Europa

"El presidente de los EE. UU. Anunció en la Oficina Oval que la prohibición de entrada se aplica a las personas que previamente han estado en el área de Schengen. No dice una palabra sobre la crisis en su propio país. Los otros tienen la culpa. Y este "virus extraño"


El problema es que ignora la crisis del virus en el país de manera tan directa. Lo que suena tan drástico y determinado no es más que un intento cobarde de distraerse de su propio fracaso. No se trata del rápido aumento del número de casos en los Estados Unidos, de la amenaza que representa este virus corona. La incapacidad de su gobierno para proporcionar suficientes pruebas. No hay duda de lo que Estados Unidos seguramente enfrentará.


"Trump solo tiene una receta: fronteras estrechas, construcción de muros"


Al virus no le importa si se está desatando en China, la UE o los EE. UU. No importa de dónde viene. Para Trump, sí. Habla del "virus extranjero", el virus que se ha extendido desde China a todo el mundo. Él habla del virus mientras habla de inmigrantes ilegales. Y solo tiene una receta para esto: bordes estrechos, construir un muro.

Los virólogos dicen que ahora solo puede haber un objetivo: frenar la propagación. Para que el sistema hospitalario no colapse bajo la carga de muchos casos nuevos. Para que la gente no tenga que morir porque no hay cama para ellos.


Trump no dice nada sobre esto

Trump, como tan a menudo, pone su propio interés por encima del bienestar del país. Quiere ganar una elección en el otoño, por lo que no quiere tener nada que ver con el virus. Y esa es la razón por la cual culpa a toda la culpa en el extranjero, por qué hace la cuestión de la culpa. No quiere que se le haga responsable si algo no funciona. En cambio, quiere insultar a los gobernadores cuando estalla el número de casos. Al igual que lo hizo con los gobernadores de Washington y Nueva York, los cuales tienen que lidiar con un número particularmente alto de casos.

Pero el virus lleva mucho tiempo en el país. Y si los cálculos de los epidemiólogos son correctos, entonces no desaparecerá rápidamente, como Trump podría creer. Se quedará. Seguirá allí el 3 de noviembre cuando vote en los Estados Unidos. Hasta entonces, probablemente habrá habido muchas muertes en los Estados Unidos. Será la muerte de Trump. Quizás sus partidarios lo entiendan para entonces.

Coronavirus, crisis económica y renta básica

El periódico , El País, inserta un interesante artículo de opinión, firmado por Guy Standing, traducido por Maria Luisa Rodríguez Tapia.

Guy Standing (9/02/1948) Británico, licenciado en economía por la Universidad de Sussex. Obtuvo la maestría en economía laboral y relaciones industriales en la Universidad de Illinois(EE.UU). Recibiendo el doctorado de economía en la Universidad de Cambridge. Profesor, investigador y autor de varios libros, por citar, "La renta básica" (junio 2018), de la editorial Pasado y Presente

Por considerar que dicho artículo de opinión puede ser del interés de nuestros seguidores, lo adjuntamos en elblogdefcosvi.


Guy Standing




 Coronavirus, crisis económica y renta básica

Es posible que la pandemia acabe siendo la chispa de la crisis económica mundial que se avecina, pese a no ser su causa fundamental. La situación desembocará en un aumento de gente sin hogar y más bancarrotas



por: Guy Standing 

a 13/03/2020




En enero de 1918 estalló la pandemia conocida como “gripe española”; al terminar, en diciembre de 1920, habían fallecido más de 40 millones de personas. Con suerte, las consecuencias de la pandemia de coronavirus no alcanzarán la dimensión de aquella tragedia. Pero, paradójicamente, la crisis económica derivada será mucho mayor.

El motivo es que hace ya varios años que tenía que ocurrir una crisis económica mundial. El sistema económico global que se ha desarrollado durante los cuatro últimos decenios es mucho más frágil que el de 1918, pese a que Europa estaba devastada tras la Gran Guerra.

Entonces, la potencia mundial ascendente, Estados Unidos, estaba en una situación económica razonablemente buena. Su deuda privada estaba justo por encima del 50% de la renta nacional. A partir de entonces empezó a aumentar, hasta alcanzar el 140% durante la Gran Depresión. Hoy, por el contrario, cuando empieza una recesión económica, con rápidas caídas de las bolsas de valores en todo el mundo y con las fábricas chinas —el taller industrial del mundo— cerradas, la deuda privada estadounidense está por encima del 150% de su renta nacional, solo un poco por debajo de su pico, en la crisis financiera de 2008.

Además, la deuda corporativa es más elevada que nunca, el 73% del PIB. Dado que, con las cadenas mundiales de producción, las perturbaciones en una parte del mundo se traducen en perturbaciones similares o peores en otros lugares, esa situación es un verdadero problema. Más del 90% de las empresas registradas en la lista Fortune 1000 (las mayores del mundo) van a sufrir interrupciones de la cadena de suministro por el coronavirus. Y ya antes de que surgiera la epidemia, estaba habiendo una desaceleración de la producción industrial en los países industrializados.

Puede que estos indicadores no signifiquen gran cosa para la mayoría de los lectores que no sean economistas. Pero señalan una increíble fragilidad económica, especialmente porque el endeudamiento privado y corporativo forman parte de las economías nacionales. Vivimos en una época de capitalismo rentista, en la que llegan más rentas a los dueños de propiedades físicas, financieras e intelectuales, mientras que la inmensa mayoría permanece en una inseguridad económica estructural.

Si, como parece probable, las caídas de la bolsa de las últimas semanas y las perturbaciones del sistema de producción se prolongan, las rentas de millones de personas de todo el mundo disminuirán, por lo que no podrán pagar sus deudas. Y otros millones más reaccionarán recortando sus gastos, lo que reducirá la demanda y disparará el desempleo.

Teniendo en cuenta que en todo el mundo hay muchos más millones de personas en situación de precariedad que hace una década, con ingresos inciertos y fluctuantes y viviendo con una deuda casi insostenible, muchos serán muy vulnerables a cualquier parón económico. Dado que millones de trabajadores, dentro y fuera del precariado, carecen de apoyo para hacer frente a los avatares de la vida y de seguros que les permitan acceder a las prestaciones estatales, la crisis económica tendrá fuertes efectos multiplicadores que desembocarán en más gente sin hogar, más bancarrotas y más morbilidad y mortalidad, aparte de las cifras relacionadas con la pandemia.

Como resultado, habrá una mayor fragilidad social, menor uso de las instalaciones sanitarias y un debilitamiento de los sistemas inmunes. Y los efectos se agravarán por los altos niveles de desigualdad y más personas pasarán a formar parte del precariado. Entre las consecuencias sociales, habrá un intento masivo de “aislarse”, de permanecer lejos de los lugares de trabajo y de los centros de espectáculos y ocio, lo que debilitará todavía más la economía.


"Gobiernos e instituciones mundiales no deben repetir los errores cometidos tras la crisis financiera de 2007-2008"


Igual que el asesinato del archiduque de Austria en agosto de 1914 fue la chispa que encendió la enfermedad de la Gran Guerra, pero no fue su causa estructural, es posible que la pandemia del coronavirus acabe siendo la chispa que comenzó la crisis económica mundial que se avecina, pese a no ser su causa fundamental. No podemos permitir que los que han configurado o defendido el sistema económico global actual culpen de la crisis económica al virus.

En estas circunstancias, lo primero que hace falta es encontrar formas de proporcionar a nuestras economías y a nosotros mismos mucha más capacidad de resistencia social, económica y política. Los Gobiernos y las instituciones mundiales no deben repetir los errores cometidos tras la crisis financiera de 2007-2008.

Eso significa no caer en la nociva práctica de mezclar políticas de austeridad —el recorte del gasto público en un intento prolongado de reducir los déficits presupuestarios, lo que debilitó los servicios sociales y las infraestructuras e hizo desaparecer bienes comunes— con la llamada expansión cuantitativa, que consistió en que los bancos centrales y el Banco Central Europeo inyectaran cientos de miles de millones de dólares, euros y libras en los mercados. Todo ello enriqueció aún más a los financieros, a costa de un crecimiento más lento y una desigualdad más marcada. Puede que no deseemos el crecimiento económico, por motivos ecológicos, pero lo que desde luego no queremos es más desigualdades.

Por el contrario, los Gobiernos deberían hacer caso omiso de las bolsas de valores y dejar que el sector financiero se ajuste a lo que la mayoría de sus profesionales afirman creer que es, un mercado sin distorsiones ni la intervención directa del Estado. Y, en lugar de ello, deberían proporcionar a la gente corriente los medios para tener más resiliencia. La mejor forma sería garantizar a todos los miembros de nuestras sociedades una seguridad económica básica.

Hong-Kong ya ha tomado la iniciativa, con un pago único a todos sus ciudadanos de 10.000 dólares HK (alrededor de 1.140 euros) per cápita. Pero ese pago tiene un doble inconveniente. Es una cantidad demasiado pequeña para ofrecer una capacidad sostenible de resistencia y, al mismo tiempo, lo bastante grande como para correr el riesgo de que algunas personas se gasten todo de una vez.

Sería mucho más apropiado aprovechar la situación para introducir un sistema de renta básica, para empezar, al menos, mientras se prolongue la pandemia, que dé a cada residente del país una modesta retribución mensual sin condiciones, como derecho. La cantidad mensual podría ajustarse hacia arriba o hacia abajo dependiendo de la gravedad de la recesión, como estabilizador económico automático, para mantener la demanda agregada y proporcionar más resiliencia a las personas, las familias y las comunidades.

La renta básica podría financiarse igual que se financió la expansión cuantitativa, aunque también debería ir asociada a una nueva serie de impuestos ecológicos, empezando por un impuesto al carbono. Es perfectamente factible.

Además, un sistema de renta básica ayudaría a luchar contra la crisis médica y contra la crisis ecológica que define nuestra época. Permitiría a las personas evitar ir a los lugares de trabajo si consideran que hacerlo sería un riesgo para ellas y sus seres queridos. Facilitaría la creación de un espíritu de descrecimiento, algo que quienes estamos indignados y asustados por el calentamiento global y la amenaza de la extinción de la naturaleza queremos tan desesperadamente. Podríamos aprovechar para bajar la velocidad a la que vivimos y, sin llegar a “aislarnos”, al menos sí pasar más tiempo con nuestras familias y en nuestras comunidades locales.

Serán necesarias otras políticas, por supuesto, incluida la disminución del capitalismo de rentas. Pero los que no se enriquecen con las finanzas y las bolsas deberían ser prioritarios, y no quedar a merced de falsas promesas de que hay que reanimar el crecimiento económico por medios más convencionales porque así acabará “filtrándose” y beneficiando a todos. Esta vez no debe haber espejismos. Tenemos que decir a nuestros Gobiernos: “¡Haced algo!


lunes, 9 de marzo de 2020

Las fachas no merecen respeto

El diario Digital, Vozpópuli, edita un muy acertado artículo de opinión, firmado por Álvaro Nieto, director adjunto de Vozpópuli.

Álvaro Nieto, licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Colaborador en diversos medios de comunicación y universidades. Fue redactor jefe de El País, del diario económico, La Gaceta de los Negocios,  subdirector de la revista Tiempo y corresponsal en Bruselas


Por considerar que dicho artículo de opinión, insertado en el diario digital Vozpópuli, puede ser del interés de nuestros lectores/as , lo adjuntamos en elblogdefcosvi.



Álvaro Nieto




Las fachas no merecen respeto


Criticar a Montero es machismo, pero a Álvarez de Toledo es progre y 'cool'. Que ésta opine sobre una televisión está muy mal, pero que Iglesias quiera meter a periodistas en la cárcel no causa alarma


Vozpópuli 

Por: Álvaro Nieto

a, 09.03.2020 


Que España vive en un clima guerra civilista lo sabemos desde hace demasiado tiempo. Medio país lleva puesta una camiseta y el otro medio, la contraria. Todo el mundo juzga en función de su equipo y casi nadie es capaz de mirar la realidad con ojos no contaminados por la ideología.

El último ejemplo lo hemos visto este domingo en la manifestación del día de la mujer, donde, una vez más, las representantes de Ciudadanos han sido insultadas y zarandeadas, hasta el punto de tener que abandonar la marcha. Son mujeres, pero como son fachas, no merecen compartir pancarta con el resto, que se consideran progres y, en consecuencia, las únicas feministas verdaderas.

Veamos algo similar también sucedido la semana pasada. La ministra de Igualdad, Irene Montero, se presentó en el Consejo de Ministros con un anteproyecto de ley para regular que en las relaciones sexuales debe haber un consentimiento explícito por parte de la mujer para que no sean consideradas como una agresión. El Gobierno dio el visto bueno al proyecto, pero lo hizo tras unos días de fuertes tensiones entre ministerios porque, como descubrió Vozpópuli en primicia, el borrador inicial preparado por Montero hacía aguas por los cuatro costados, entre otras cosas por la premura con que había sido redactado.

Sin embargo, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tuvo el descaro de echar un cable a su actual pareja utilizando el peor argumento posible: "En las excusas técnicas hay mucho machista frustrado". Y su mano derecha, Pablo Echenique, remató la faena al día siguiente: "Parece que cuando mujeres prestigiosas redactan una ley hace falta que venga un machote a explicar las cosas".

Para Iglesias y Echenique no se puede criticar nada que haga una mujer, sobre todo si se llama Irene Montero y es militante de Podemos. Da igual que las críticas sean técnicas o que los que las hagan sean tres jueces (Juan Carlos Campo, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles) y una catedrática de Derecho Constitucional (Carmen Calvo).

El aquelarre

Pero el argumento de Iglesias & Echenique quedó pronto en evidencia cuando, en paralelo, los mismos que salieron en defensa de Montero por los supuestos ataques machistas no dudaron ni un segundo en montar un aquelarre contra la portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, por haber osado criticar a La Sexta durante una entrevista en Onda Cero.

Por supuesto, casi nadie de esa izquierda que se ofende cuando atacan a Montero mostró la más mínima empatía con Álvarez de Toledo cuando Antena-3, cadena hermana de La Sexta, sobre impresionó el siguiente rótulo sobre su figura en pantalla: "La marquesa ultra del PP". Llamar "marquesa ultra" a una diputada no es machismo, pero señalar los errores de un borrador de ley, sí. Curiosa vara de medir.

                  "Álvarez de Toledo ha dado su opinión sobre un canal de televisión, pero Iglesias ha anunciado algo mucho más grave, que algunos periodistas acabarán en la cárcel"

Lo que Álvarez de Toledo hizo en Onda Cero fue dar su opinión sobre un canal de televisión que, según ella, "hace negocio con la erosión de los valores de nuestra democracia". Se podrá estar o no de acuerdo con esa afirmación, pero en cualquier caso se trata de una opinión sobre un canal que también opina cuanto le viene en gana sobre el partido que ella representa.

Acto seguido, La Sexta sacó toda su artillería para responder a Álvarez de Toledo. Nada que objetar si no fuera porque no emplearon la misma virulencia cuando, casi a la vez, el vicepresidente Iglesias anunció con total descaro que pretende meter en la cárcel a los periodistas que no hacen correctamente su trabajo: "Nuestra democracia será mejor cuando los responsables políticos, policiales y mediáticos de las cloacas estén en la cárcel, que es donde tienen que estar". Eso, tratándose de un miembro del Gobierno, más que una opinión es una amenaza, pero para cierta gente no merece reproche, lo auténticamente grave es lo que opine Álvarez de Toledo.

Cayetana cae mal

El problema de Álvarez de Toledo es que es del PP. Es la típica facha que no merece ningún respeto. Además, digámoslo con claridad, resulta que cae especialmente mal. Su gesto seco y sus palabras rotundas no ayudan, pero es curioso cómo se ha creado una imagen distorsionada sobre ella. Llamarla "la marquesa ultra del PP" es no tener ni puñetera idea de cómo es ese partido. Pensar que ella representa al sector más a la derecha del PP es no enterarse de nada. Y los que así la califican lo único que están haciendo es confundir la claridad expositiva con la ideología. Tener ideas y opiniones firmes no tiene por qué ser de extrema derecha. Y ese es precisamente otro problema de Álvarez de Toledo, que habla con la brillantez de la que carecen el 90% de los políticos. ¿Le tendrán envidia?

"Los que identifican a Cayetana Álvarez de Toledo con el ala más ultra del PP están confundiendo la claridad expositiva con la ideología"

Ni es una meapilas ni está anclada en el conservadurismo más rancio. Está más cerca de Ciudadanos que de Vox, más próxima a Arrimadas que a Aznar. Pero eso importa poco. Es mejor tildarla de ultra y a correr. Dicho lo cual, puede que a lo mejor no sea la persona más adecuada para hacer de portavoz del PP porque es un auténtico verso suelto, una mujer indomable que lleva su libertad hasta las últimas consecuencias y que, por ello, difícilmente podrá defender como propias las posturas del partido con las que no esté de acuerdo. Muchos, dentro y fuera del PP, sueñan con un cambio en la portaría del Congreso, y puede que Pablo Casado acabe cediendo para poner al típico político de medio pelo que sepa colocarse de perfil cada vez que le pregunten por algo peliagudo. Uno de esos que cuando hablan toman por imbéciles a los ciudadanos.

Imanol no es Plácido

Veamos un ejemplo de fuera de la política de esa doble vara de medir que tenemos en España. Resulta que estos días nos acabamos de enterar de que a los actores Imanol Arias y Ana Duato la Fiscalía les pide 27 y 32 años de cárcel respectivamente por supuestos delitos fiscales. Como debe ser, y a la espera de que se celebre el juicio, aquí nadie ha propuesto ni retirar de Televisión Española la serie que ellos protagonizan, Cuéntame, ni promover un boicot para que no sean contratados en ninguna serie, película u obra de teatro a partir de ahora. Sin embargo, a Plácido Domingo, que al igual que ellos tampoco ha sido juzgado todavía, sí le han cancelado ya varias actuaciones e incluso le han quitado su nombre a un teatro. ¿Adivinan por qué? Correcto.


domingo, 8 de marzo de 2020

Siria: los amigos de mis enemigos son… mis aliados...

Adrian Mac Liman, en su blog, Ventana al Mundo, inserta un interesante y acertado artículo de opinión, sobre lo que está ocurriendo en la ciudad de Idlib, donde miles de sirios se están defendiendo de los ataques turcos.


Adrian Mac Liman, escritor y periodista, con toda una larga carrera en los medios de comunicación de todo el mundo. Trabajó para medios de comunicación internacionales como ANSA (Italia), AMEX (México) o Gráfica (EE.UU).Corresponsal del diario El País en Estados Unidos, analista y comentarista de política internacional de Diario 16, del diario La Razón. Enviado especial de La Vanguardia en Oriente Medio, y toda una serie de colaboraciones periodísticas. participó en los preparativos de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona (1995), se incorporó en calidad de experto al Grupo de Estudios Mediterráneos de la Universidad parisiense de La Sorbona


Todo un largo etcétera de prestigiosa carrera  periodística. Es autor de varios libros sobre Oriente Medio y el Islam radical, por citar: " El caos que viene", " Via Dolorosa", " Palestina: el volcán" " De la nación de refugiados al Estado-nación"

Por considerar que dicho artículo puede ser del interés de nuestros lectores/as, lo adjuntamos en elblogdefcosvi.

  

Adrian Mac Liman




Siria: los amigos de mis enemigos son… mis aliados...


por: Adrian Mac Liman

Ventana al Mundo

a 8/03/2020



Beirut, otoño de 1978. Nuestro avión, una flamante aeronave e la compañía de bandera suiza, aterrizó en la pista del aeropuerto internacional esquivando un nutrido fuego de artillería.

" ¿Están ustedes locos? ¿Qué hacen aquí? Nos están bombardeando; estamos en guerra”, refunfuñaba en jefe de escala armenio, presa de pánico. “¿Una guerra, Monsieur? ¿Quiénes son los contrincantes?”, pregunta la imperturbable azafata suiza. “Todo el mundo contra todo el mundo, mademoiselle. Pero ¡márchense ya, márchense, por lo que más quieran” 

Me acordé de este rocambolesco episodio a comienzos del conflicto de Siria, cuando un sinfín de grupos armados con exóticas denominaciones convirtieron las tierras del antiguo Califato Omeya en laboratorio de la guerra moderna.

Todo empezó por… un error de cálculo. Los artesanos de las “primaveras árabes” se equivocaron al suponer que una oleada de protestas populares acabaría con la dinastía de los al-Assad, uno de los regímenes más autoritarios de la región. El fracaso de las más o menos “espontaneas” manifestaciones de la oposición dejó paso a llegada de facciones radicales extranjeras. Los enfrentamientos, deseados por los radicales islámicos, por Arabia Saudita y sus aliados estadounidenses, convirtieron en país en el tablero de la violencia en el Mashrek. Todo ello, bajo la complaciente mirada de Washington y la casi total indiferencia de los europeos, vecinos inmediatos de Siria, país involucrado en la dinámica del proceso euro mediterráneo de Barcelona.
  
Estados Unidos intervino en la internacionalización del conflicto al adueñarse de la región rica en yacimientos de petróleo y gas natural. Los intereses energéticos privan… A su vez, Rusia, que cuenta con una importante base naval en Tartús – única estructura militar allende de sus fronteras – optó a incrementar su presencia en la zona, avalando al régimen de Damasco. La famosa ofensiva contra de terrorismo internacional parecía limitarse a los movimientos estratégicos de los dos supergrandes, poco propensos a acabar realmente con la implantación de movimientos radicales islámicos.

Norteamérica apoyó a las facciones armadas de la etnia kurda siria; Rusia, al ejército nacional de Bashar al Assad y a las milicias cristianas. Las dos superpotencias condenaron la utilización de armas químicas durante el sangriento conflicto. Sin embargo, ambas negaron tajantemente su participación en los ataques con dicho armamento.
   
La llegada de Turquía al escenario bélico coincidió con el anuncio – el pasado año - de la retirada de los efectivos estadounidenses. Una medida parcial, implementada sin excesiva prisa por el mando norteamericano. ¿La justificación?No estamos allí (en Siria) para proteger el petróleo”, declaró el presidente Trump. Obviamente, el inquilino de la Casa Blanca pretendía ocultar la realidad.

Turquía justificó su intervención militar en la vecina Siria alegando la necesidad imperiosa de… acabar con el terrorismo kurdo, que había trasladado su central de operaciones al Kurdistán sirio. Sin embargo, la situación sobre el terreno poco tenía que ver con la argumentación de Ankara. Las unidades kurdo-sirias no compartían el ideario de las milicias del PKK turco (partido de los trabajadores de Kurdistán). Su combate, junto a las tropas estadounidenses, se centraban en el derrocamiento de un enemigo común: el régimen de al AssadWashington cayó en la trampa de Ankara al autorizar la puesta en marcha del operativo de Erdogan.

El ejército turco entró en Siria de la mano de los aliados rusos. Mas la luna de miel resultó ser muy corta. La pasada semana, Ankara solicitó el apoyo de la OTAN para contrarrestar la presencia rusa en el frente de Idlib, último enclave controlado por las facciones islamistas aliadas de Ankara. En los combates terrestres y aéreos fallecieron 36 militares turcos. Erdogan no dudó en clamar venganza. 

Paralelamente a la ofensiva en el frente ruso, el régimen de Ankara amenazó a la Unión Europea con la apertura de fronteras y la llegada de oleadas de refugiados que ocuparían Europa. Algo muy parecido al guion de 2015, cuando Alemania se comprometió a absorber un millón de migrantes procedentes de Oriente Medio.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Hoy en día, los europeos, poco propensos a aceptar una nueva oleada de refugiados, califican las amenazas de Erdogan de “ataque a la UE”.
    
"Este es un ataque (de Turquía) contra la Unión Europea y Grecia. Hay gente que acostumbra a ejercer presiones sobre Europa”, manifestó el canciller austriaco, Sebastian Kurz, durante una comparecencia ante los medios de comunicación dedicada a la situación en Siria.

Mientras los europeos se lamentaban de su suerte, los Estados Unidos manifestaban su deseo de ayudar al ejército turco a luchar con las tropas rusas y el ejército de al Assad.
   
Pero la sangre no llegó al río. Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, reunidos en Moscú a finales de esta semana, acordaron un alto el fuego en la provincia de Idlib, evitado la escalada bélica.

Las medidas anunciadas por los dos presidentes contemplan:

·         La aplicación de un alto el fuego en Idlib, que entró en vigor en la noche del jueves al viernes;
·        La creación de un pasillo de seguridad de seis kilómetros de ancho al sur y de seis kilómetros   al norte de la carretera M-4;
·        La puesta en marcha, a partir del 15 de marzo, de patrullas conjuntas ruso turcas en la autopista M-4.

Con ello, Moscú espera poner fin a los combates y eliminar la amenaza de un conflicto bélico entre Damasco y Ankara, que acabaría involucrando a Rusia.

Turquía consigue la creación de una zona tampón en el norte de Idlib, que le permite controlar el flujo de refugiados que se dirigen hacia su frontera.

Por ende, el régimen sirio mantiene el control sobre los territorios conquistados durante la última ofensiva, incluida la autopista que conecta Damasco con Alepo.

En resumidas cuentas: esta vez, Putin y Erdogan han logrado evitar la escalada bélica. Pero en este galimatías geopolítico, que recuerda extrañamente las horas bajas de Beirut, la desconfianza reina.