ADRIAN
MAC LIMAN, Autor de
varios libros, periodista y consultor internacional. Ha colaborado en prestigiosos diarios, siendo corresponsal, como también a su vez enviado especial en algunos de ellos. Periodista, comentarista, muy conocedor de la política internacional, conocimiento que le
permite analizar exhaustivamente dicha política.
Desde su
blog Ventana al Mundo, escribe muy
interesantes artículos, algunos adjuntados en nuestro blog. Hoy incluimos el
segundo de sus escritos, titulado; En la
primera línea del frente II
Artículo,
que bien a nuestros seguidores le puede interesar la lectura del primero, publicado
el pasado 29-12-2015.
En
la primera línea del frente y II
por: Adrian Mac Liman
Blog: Ventana al Mundo
Blog: Ventana al Mundo
18/01/2016
De
hipócritas tildaron algunos los medios de comunicación de Europa oriental las
palabras de Vladimir Putin, al afirmar este que Rusia no tenía intención de ser
una superpotencia mundial. Inútil recordar que la Federación rusa, heredera de
la extinta URSS, sigue siendo una de las naciones más poderosas de la Tierra.
Las
declaraciones de Putin, recogidas por el rotativo alemán Bild Zeitung en la
primera semana de enero, coincidían extrañamente con la publicación de la nueva
Estrategia de Seguridad de Rusia, un documento que contiene una serie de
advertencias dirigidas al establishment de Washington y de la Alianza Atlántica
e indica un innegable cambio de rumbo en la política de defensa de Moscú.
En
efecto, tanto el tono como la argumentación han cambiado del otro lado de la
primera línea del frente. El Kremlin sostiene que el estacionamiento de nuevos
efectivos de la Alianza en los confines de Rusia refleja el deseo de Washington
de ejercer su dominación a escala planetaria, que conlleva, en este caso
concreto, a una serie de presiones políticas, económicas y militares contra el
antiguo imperio de los zares.
Señala
el documento que la expansión del
potencial de la OTAN, así como el creciente protagonismo de la Alianza a nivel
mundial violan el espíritu del Tratado que rige las relaciones entre la OTAN y
Moscú. Más aún; la reciente activación de la estructura militar del bloque
presupone una amenaza directa para la seguridad nacional del país.
Al
pasar revista a las opciones geopolíticas de los EE.UU., el documento hace
especial hincapié en el traslado hacia la región fronteriza de laboratorios
biológicos destinados a fines militares. Existe un gran peligro de
proliferación y utilización de armas químicas, que alimenta la incertidumbre
acerca de la presencia de armas biológicas y/o la capacidad de algunos países
de producirlos, estiman los estrategas moscovitas.
La
nueva estrategia del Kremlin parece una respuesta a las sanciones impuestas por
Washington y Bruselas contra Rusia tras la anexión, en 2014, de la Península de
Crimea. Unas sanciones que, de paso sea
dicho, han generado más pérdidas a las economías de la UE – alrededor de 90.000
millones de euros durante el período 2014-2015 – que a la economía rusa –
25.000 millones. Sin embargo, el informe subraya la necesidad de asegurar la
independencia alimentaria de Rusia.
También
contempla la nueva Estrategia un notable incremento del poderío militar y naval
de la Federación rusa. A partir de 2018, la Marina militar será dotada de
nuevos sumergibles, que disponen de modernísimos sistemas de control y
comunicaciones, difícilmente detectables por los servicios de vigilancia de la
OTAN. Tampoco podrán localizar los radares utilizados por el ejército de los
Estados Unidos los nuevos aviones de combate Sujoy PAK FA o T – 50, capaces de
despegar desde la cubierta de los portaaviones.
Otra
de las prioridades sería el reforzamiento del papel desempeñado por los servicios
de inteligencia. Ello implica, según los estrategas, la capacidad de incidir de
manera eficaz en políticas planetarias.
Lo
que de verdad preocupa al Kremlin son las llamadas revoluciones de colores, que
representan un peligro para la seguridad nacional. Alusión obvia a la
revolución de Maidan y el derrocamiento del Presidente ucranio Víctor
Yanúkovich, obligado a abandonar el país tras las presiones ejercidas, muy
democráticamente, por Washington y por Berlín.
Para
Moscú, el conflicto de Ucrania se ha tornado en una auténtica pesadilla. La
consolidación de una ideología nacionalista de extrema derecha, los esfuerzos
deliberados de ofrecer una imagen pública de Rusia – enemigo potencial –
convierte a Ucrania en una fuente de inestabilidad europea a largo plazo,
señala el informe.
Además
de temer por el desmembramiento de la Federación, los posibles ataques contra
la unidad y la integridad territorial del país, la Estrategia denuncia los
esfuerzos de Occidente de obstaculizar la creación de la Unión Euroasiática,
espacio político-económico promovido por el Kremlin con miras a contrarrestar
el peso de la Unión Europea. Dichos esfuerzos, señala el documento, afectan de
manera negativa los intereses nacionales rusos.
Finalmente,
al abordar el tema de los refugiados, los autores de la Estrategia hacen
hincapié en la vulnerabilidad del sistema de seguridad de la región
euro-atlántica controlada por la OTAN y la UE.
En
resumidas cuentas, el común denominador de las nuevas estrategias de seguridad
podría resumirse en una sola palabra: enemigo.