El País,
el magnífico diario, con el cual nos adherimos a la celebración de su 40 aniversario, publica hoy
en su página de Editorial, un
artículo de opinión, el cual dado lo certero del mimo lo adjuntamos en el blog de fcosvi, por considerar que
será del interés de nuestros seguidores.
Únicamente
existe por parte nuestra y desde el respeto, una muy ligera discrepancia, con
respecto a: “corre el riesgo de hacer el ridículo”. Dado que el blog de fcosvi entiende
que el ridículo ya es todo un hecho, el cual afecta no únicamente al propio gobierno de la Generalitat, también a determinadas
instituciones, partidos políticos y medios de comunicación.
Partidismo
equivocado
Editorial del El País
06/05/2016
El
intervencionismo de la Generalitat arruina el prestigio y el capital
intelectual de las instituciones públicas
En
su afán por sobreactuar en la escena internacional, el Gobierno catalán corre
el riesgo de hacer el ridículo, como acaba de ocurrir con el primer viaje
oficial del presidente Carles Puigdemont
a Bruselas, por invitación del Gobierno de Flandes. Puigdemont
quería dar idea de que Cataluña
cuenta en Europa manteniendo
contactos al más alto nivel, pero ni el presidente de la Comisión, Jean-Claude
Juncker, ni el del Parlamento, Martin
Schulz, encontraron hueco en su agenda para recibirle.
El
revés no pasaría de ser una anécdota en el amplio mundo de las relaciones
internacionales, si no fuera porque otras iniciativas adoptadas por el Gobierno de Junts pel Sí revelan un afán de intervencionismo e
instrumentalización capaz de malbaratar el prestigio y el capital intelectual
de entidades e instituciones que son de todos. Esta vez la víctima es el CIDOB, el prestigioso think tank barcelonés dedicado a las
relaciones internacionales, sometido a un relevo en su presidencia cuyo
objetivo es convertirlo en un instrumento de la proyección exterior de la causa
independentista.
Los
propósitos partidistas se han conocido por la renuncia del actual presidente Carles Gasóliba a repetir un nuevo
mandato en desacuerdo con el nuevo rumbo que el conseller Raül Romeva quiere dar a la institución. Pese a sus impecables
credenciales nacionalistas como fundador de Convergència y de su experiencia como eurodiputado y presidente del
Patronato Catalán para Europa, Gasóliba no ha logrado convencer a los patronos nombrados por el
Gobierno de que era preciso mantener la línea plural y abierta que ha
convertido al CIDOB en el think tank español mejor valorado en
las clasificaciones internacionales. Además de cambiar el rumbo, la decisión
pone también en cuestión el modelo de consorcio que rige el organismo, con presencia
de diferentes instituciones, entre ellas el Ministerio de Exteriores.