domingo, 31 de agosto de 2014

¡Liberémonos de los Charlatanes, hagámonos este favor ¡

¡Liberémonos  de los Charlatanes, hagámonos este favor ¡




Liberar al mundo de toda clase de charlatanes es realmente obra muy digna de ser realizada. Son los tales (1) la plaga única del mundo, y sin ellos dejaría de ser un mundo diabólico, miserable y maldito, comenzando a convertirse en un mundo divino, estancia de un bienestar siempre creciente
Thomas Carlyle (1795,Escocia-1881, Londres)

(1) charlatanes



¡Liberémonos  de los Charlatanes, hagámonos este favor ¡

Por: Francesc Costa


Hace unas jornadas recibí un escrito, el cual me provocó el que inicio. El autor hacía referencia a los cuentacuentos, para él una nueva tipología de cuentista, así como  lo mucho que empiezan a prodigarse  en nuestro país, añadiendo algún calificativo más.   Con todo mi sincero respeto al articulista, habría algún  aspecto  de su criterio para mí interesante de debatir, pero no es esta mi intención.  Solamente que hoy, es decir 31  de agosto,  no termino de identificar a Pablo Iglesias (Pablo Manuel Iglesias Turrión- 1978-Madrid- licenciado en derecho, escritor, presentador, tertuliano, político  y en actualmente  eurodiputado) como un cuentista.  Adjetivo  en el cual se suman  demasiados superficiales comentaristas/tertulianos, politólogos y  alguno de los denominados (?) “intelectuales” de “izquierdas “.

Son  constantes  las  descalificaciones  al  hoy eurodiputado por Podemos,  también  hacia su partido  político. Un hecho que  bien se podría entender por parte de los distintos partidos de  derechas ( denominados  también conservadores) de España, dado que  entre otros muchos de sus planteamientos, hablan  de nacionalizaciones,   como también  el de terminar con ciertos privilegios a los políticos, la lista es larga.  Más difícil es entenderlo  cuando es  por parte de algunos  de  izquierda  o centro izquierda, como así de  sus respectivos  partidos políticos desde los cuales se  ironiza, se cuestiona  al personaje y el partido  Podemos.

Por todo lo cual entiendo que  desde la izquierda  bien harían  por preguntarse: ¿qué  tiene Podemos? , sobre el  cual para no equivocar al lector, no he depositado mi confianza, pues bien,  creo que lo  que deberían de preguntarse, cuestionarse ( respuesta bien sencilla, hasta el último de la clase la respondería);  ¿ el  por qué  la ciudadanía les ha ido progresivamente retirando la confianza ?, y en cambio a  la formación política  fundada este mismo año 2014, Podemos,  se la  han concedido.

El articulista citaba a cuentacuentos, añadiendo que se estaban prodigando en nuestro País.  Un servidor los calificaría principalmente de  charlatanes, cierto que a su vez  también  dicho sarcásticamente; son  unos “cuentacuentos” , nada que ver con el contemporáneo Abu Shadí, de Siria , o de  Scheherezade,  la protagonista del  célebre cuento del siglo XIV ; Las mil y una noches ( uno de tantos  libros que no debe de faltar a ninguna biblioteca) , como tampoco con los grandes autores de cuentos( libros obligados a releer, más si hay niños) que han entusiasmado y entusiasman  a niños, adultos y ancianos, como; Andersen, Hnos. Grimm o Perrault , entre otros muchos más.  Los charlatanes y “cuentistas” actuales  a los que hago referencia,  a mi juicio son falaces y manipuladores, dañinos por la influencia que producen en nuestra sociedad.  

Charlatanes , entiendo que  los hay  en muchos campos, pero por la influencia  que pueden ejercitar en la sociedad, destacaría los que existen  en el mundo de la  política, en determinados medios de comunicación,  tanto en los mismos propiamente,  como desde los mismos como  articulistas, politólogos, comentaristas/opinadores, y  no tan solo en  nuestro País, de haberlos los hay más allá de nuestras fronteras, proliferan muchísimo, para aquellos que quieran ver,  se están viendo día tras día, algunos dejando un fuerte trazo tras sí.  

Charlatanes, son vendedores, utilizan la estrategia psicológica para influir en el posible comprador, venden ideología, pensamiento, opinión, son auténticos generadores con respecto a la ciudadanía  de una empatía falsa, pero no  percibida así,  por el iluso  comprador, más bien todo lo contrario.  

Los charlatanes de antaño que vendían alfombras y otros productos domésticos y personales  por nuestros pueblos de España, su estrategia psicológica era innata, hasta el punto que el comprador/a llegaba a casa y la familia le preguntaba  ¿"porque lo había comprado"? , era enorme el poder de persuasión.  El charlatán actual es un profesional al servicio de un producto a  colocar, el objetivo final es el mismo; vender  opinión, pensamiento, idea, sumándose al poder de persuasión que pueda tener, todo un apoyo mediático.

A algunos  charlatanes del pasado poco les  importaba el resultado final del producto, su única pretensión es que lo  adquirieran   y cuantos más mejor. Pasados los cuatro años cuando regresará de nuevo al pueblo a vender ya tendría el discurso correspondiente  sobre el producto  que les vendió, que seguramente  no había  obtenido  el resultado deseado, para que así de nuevo confiaran en él. 

Los charlatanes, en su mayoría la  ética por consecuente la moral, no pasarían el aprobado, si en cambio serían  premiados  por la  enorme osadía  y desfachatez existente. Han existido desde hace muchos años, evidentemente no al nivel actual, donde prácticamente pocos son los que no lo son y que se muestran  constantemente y a todas horas  a través de los medios de comunicación de mayor o menor trascendencia. Como a su vez están como pez en el agua en determinados medios de comunicación que según mi criterio contienen en más o menos grados un fuerte acento de proselitismo.

En estos últimos años, a mi juicio,  una parte importante de nuestra sociedad, sin exclusión de clases,  muy lamentablemente se ha sumergido en una nube gris de necedad, que su vez provoca cierta neblina,  lo cual representa para los charlatanes una muy buena tierra donde abonar.

Una mayor parte de la sociedad vive  inmersa   en una celeridad total, dentro de una vorágine, poco o nada  se saborea, se procesa, se digiere.  La impaciencia, a su vez la ansiedad la  domina,  el proceso del tiempo a la reflexión, resulta cansino y se rechaza  inconscientemente, y por el mismo carácter nos inclinamos  por la comodidad mental, lo fácil.   Se recibe un mucho y todo  a modo de flash, provocando estado de opinión a causa de sentimientos precipitados, irracionales e viscerales.  Se rehúsa  de forma inconsciente el esfuerzo de la reflexión y el análisis.


Por todo ello, se da por bueno el árbol que constantemente los charlatanes muestran, señalan   intencionadamente y de forma insistente un árbol, ¡ siempre es el árbol !para que no se llegue a fijarse  en el bosque, la perspectiva, el juicio.