martes, 10 de septiembre de 2013

La respuesta de Rajoy

LA RESPUESTA DE RAJOY

por: Miquel Iceta 

ABC, 5.09.13

Artur Mas tardó 7 meses en enviar una carta a Mariano Rajoy, y ahora todo son prisas por obtener una respuesta. Realmente el contenido de la carta de Mas podría merecer una escueta y sencilla respuesta del tipo: “Llámame y nos vemos para hablar de todo con calma”. O una respuesta irónica del tipo: “Me pides que autorice una consulta pero no me dices qué quieres preguntar, y el informe que me mandaste días después confunde más que aclara. Llámame y nos vemos para hablar de todo con calma”.

Pero la elección del género epistolar para iniciar un proceso de negociación quizá aconseja una respuesta más elaborada. Algo así como: “Ya sabes que la legalidad vigente la constituyen la Constitución, el Estatuto y la Ley Orgánica que regula las modalidades de Referéndum, leyes todas ellas que pueden modificarse a través de la negociación y el acuerdo de amplias mayorías. Soy consciente del malestar creado tras la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, de la sensación de maltrato fiscal y de una insuficiente protección y respeto de la lengua y la cultura catalanas, y del temor a una recentralización administrativa. Sé bien que entre todos podemos hacer más para garantizar el pleno autogobierno, el respeto a la diversidad y una financiación justa. Deberíamos vernos pronto para hablar de todo ello. Mi disposición al diálogo es total y sincera pero, para que las cosas salgan bien, esa disposición debe ser mutua. Podríamos empezar por hablar de financiación, que debe ser revisada el año que viene. Llámame y nos vemos para hablar de todo con calma”.

Ya sé que es mucho pedir pero me gustaría que la carta acabase así: “Postdata: por cierto, me dicen que los socialistas están trabajando sobre una propuesta de reforma constitucional, quizá valdría la pena echarle un vistazo”.

En todo caso, los catalanes y el conjunto de los españoles merecen que la respuesta de Rajoy a Mas abra caminos de diálogo y entendimiento. Cualquier otra opción sería tremendamente irresponsable.