Gregorio
Morán Suárez (1947-Oviedo-
Asturias) escritor, periodista y articulista. Autor de fina visión, lo cual
sin duda le ha provocado más de un problema, dado que no se acepta la
franqueza, más si está contiene una cierta ironía. Gregorio Morán tiene en su haber magníficos artículos y a su vez es
autor de buenos libros.
Gregorio
Morán en su línea, ha escrito este interesante artículo en el
diario digital Crónica Global, por
entender que el mismo podría ser del interés de los seguidores de elblogdefcosvi,
lo adjuntamos en el mismo.
Gregorio Morán
SABATINAS
INTEMPESTIVAS
El
“mantra” de los idiotas.
Por:
Gregorio Morán
Crónica
Global, diario digital
14.10.2017
El surrealismo ha sido
fecundo en el terreno del arte y la literatura, pero aplicado a la política se
tradujo siempre en irresponsabilidad y aventurerismo, incluso algunas veces
trágico. La historia de España está
llena, durante el siglo XX, de
gestos surrealistas que acarrearon consecuencias desoladoras. Ahora, en el XXI, hemos vivido momentos de alto
voltaje surrealista --la corrupción endémica o la crisis bancaria, sin ir más
lejos--, luego llegó lo que estamos viviendo en Cataluña.
Un president de la Generalitat dice que declara la República catalana, pero lo enuncia en
tales términos que no se sabe si lo dice en serio o amaga con hacerlo. Hasta
tal punto que sus propios partidarios no tienen la certeza aún de si lo ha
proclamado o si va a considerarlo en "las próximas semanas". Una duda
que ha dejado al personal adversario en la creencia de que el president está
encerrado con su propio juguete y no está dispuesto a que se lo quiten. Una
niñería de recién sobrevenido a la política, a quien nadie, fuera de su ámbito
personal, conocía ni esperaba nada que no fuera su mediocridad de alcalde por
corrimiento de escala, como en el ejército, donde uno asciende a partir de la
vacante que deja el inmediato superior.
Las sociedades frágiles se
distinguen, entre otras cosas, por un alto concepto de sí mismas, atufadas de
profecías autocumplidas, que se basan en el orgullo de sentirse diferentes
porque así lo han decidido. Un proceso tortuoso que pasa por una etapa que se
acerca al surrealismo: ellos deciden quiénes son sus enemigos, que no son otros
que aquellos que les impiden ser plenamente como quieren ser y no como son.
Esta sociedad nuestra está
llena de gentes que se inventaron a sus enemigos y eso no tiene más tratamiento
que el psiquiátrico. Que los dos bancos más importantes de Cataluña hayan
abandonado el territorio, ellos que tanto alimentaron soterradamente al
victimario nacionalista con fondos del Estado, es una manifestación de
desvergüenza; lo que en el mundo bancario se califica como la defensa de los
fondos amenazados por la irresponsabilidad de sus líderes, los mismos que se
lucraron con sus complicidades. Un gesto de cinismo. Pero lo que entra de lleno
en el surrealismo es que el vicepresidente, señor Junqueras, de aspecto abacial
y acendrada religiosidad, sostenga que al fin y al cabo los dos bancos han
llevado sus sedes a los Países Catalanes,
porque uno se fue a Valencia y el
otro a Mallorca.
Esta gente no respira
realidad. No ya realismo sino sentido común, que aseguran es el menos común de
los sentidos. Lejos de ellos cualquier tentación revolucionaria; son
reaccionarios de cuna y en ese ámbito se mueven con soltura, porque vivimos en
una sociedad cómoda y autosuficiente. Me refiero a ellos y a los suyos, porque
el resto de la ciudadanía, que sigue siendo mayoritaria, ha de pechar con las
necesidades cotidianas que son las que menos preocupan a esta panda de
descerebrados cuyos jefes y promotores aspiran a la amnistía que les libre del
peso de la justicia.
Donde no se respira realidad
se acaba abandonando la memoria, esa memoria que nos obligaría a recordar a
aquellos diputados insultados, escupidos y humillados, cuyo president y
conseller de Interior hubieron de entrar por el cielo, en helicóptero, en ese
mismo parlamento luego convertido en circo mediático donde exhibir el patetismo
de unos payasos.
Pero donde se ha alcanzado
la cima del surrealismo en política, allí donde se alcanza sin más el
territorio de la idiotez, es en el mantra --convertido en verdad de fe por los
conversos a la causa del nacionalismo bajo en calorías-- que considera a Mariano Rajoy como el fabricante
principal del independentismo. Ni Pujol,
ni el abad de Montserrat, ni los desmadrados medios de comunicación al servicio
de una Generalitat de reclutas sin
fronteras, por citar los más emblemáticos entre otros muchos. El principal
creador de independentistas es el enemigo al que no se atreven, ni quieren, ni
pueden abatir, Mariano Rajoy. Un
político menguado que lo único que puede exhibir es su veteranía, sus modos de
registrador de la propiedad y su horrendo castellano de jugador de mus.
Cuando la idiotez se hace
ideología, llegan los mantras, esa herencia budista que la psicología vulgar ha
convertido en lemas para gente poco dada a pensar por sí misma, y entonces
ocurre que las inteligencias perezosas, idiotizadas, no se dan cuenta de que
están inventando un personaje que acabará enterrándolos.