miércoles, 26 de febrero de 2025

La Unión Europea, más UK, contra Rusia

 



La imposible estupidez de construir una Europa contra Rusia. 

Posmodernia

Faro Rojo

por: Jasiel Paris Álvarez

19/02/25


Ha llegado Trump y la guerra interpuesta en Ucrania contra Rusia le interesa mucho menos que la guerra económica contra China. Las leyes de la geopolítica dicen que confrontar a Rusia desde Occidente empuja a Putin a los brazos de Xi Jinping, construyendo una alianza peligrosa para EEUU (alianza que está en el germen de los BRICS). Ya el siglo pasado se esforzó EEUU en romper el eje comunista de China + Unión Soviética. En aquel entonces EEUU terció a favor de una amistad con China para excluir a la URSS, hoy por el contrario el plan de EEUU parece ser entenderse con Rusia para debilitar a China.

Trump busca reabrir el diálogo con Rusia por Alta Geopolítica, por el Gran Juego, por el Tablero Mundial. Los europeos, que de eso nada entienden, deberían buscar normalizarse con los rusos por mera cuestión de supervivencia. Más nos valdría entendernos con nuestro gran vecino inmediato, por el bien de nuestra arquitectura de seguridad, de nuestro equilibrio económico, de nuestra preservación cultural y de nuestras capacidades energéticas. Pero, lejos de ello, los comisarios de la Unión Europea han decidido que Rusia será nuestro enemigo eterno. Parece ser que necesitamos de una amenaza exterior para unificarnos, porque no generan suficiente cohesión nuestros grandes logros internos: el cargador de móvil universal, los baños transgénero y los tapones de botella que no se separan.

Pero intentar construir Europa a la contra de Rusia es impensable: ¿qué consenso sobre la cuestión puede haber entre unos países mediterráneos que simpatizan con Ucrania pero sin ser anti-rusos, unos países orientales y nórdicos que son rusófobos a muerte y arrasarían desde Kaliningrado a Siberia mañana mismo si pudiesen, unos países europeos que son completamente neutrales y alérgicos al conflicto (como Austria o Irlanda) y unos países que son en mayor o menor medida pro-rusos (como Eslovaquia, Bulgaria o Hungría)?

En la Gran Geopolítica no pintan nada los europeos, divididos en no-sé-cuántos países que se han hecho entre ellos no-sé-cuántas guerras, con diferentes idiomas y diferentes espíritus, cada cual con sus neuras: unos queriendo gastar más, otros queriendo gastar menos, unos queriendo una Europa más integrada, otros salirse de la UE, unos queriendo industrializarse, otros descarbonizarse, unos cerrar centrales nucleares, otros adherirse al paraguas nuclear de la OTAN. Los europeos no están invitados a la mesa de los adultos, que sienta en Arabia Saudí a los yankis con los rusos. Así que, con rabieta, se juntan en una mini-mesa para celebrar una mini-cumbre y debaten qué hacer para dejar de ser irrelevantes. La conclusión a la que han llegado no la sé, porque es irrelevante.

Parece ser que los europeos quieren huir hacia delante como pollo sin cabeza. EEUU, iniciador estratégico y sostén de la guerra de Ucrania (con el doble objetivo de debilitar a Rusia y a Europa), ha dado la operación por amortizada y quiere pasar página. Pero los europeos son como aquel tonto: el camino se acaba y el tonto sigue. Se han creído la propaganda que EEUU les suministró a través de la OTAN: en Ucrania se libra una guerra universal por la democracia liberal y los Derechos Humanos, Zelensky es el nuevo Churchill y Putin el nuevo Hitler. Ahora EEUU desvela el cuento y los europeos se quedan como niños llorosos, intentando gritarle a sus padres que no pierdan la fe en los Reyes Magos. Lenin se preguntaba «¿libertad para qué?» y yo me pregunto «¿autonomía estratégica para qué?». ¿Para esto?

Ahora los europeos dicen que, aún sin EEUU, ellos solitos pueden continuar la guerra de Ucrania, ganarla quizás, o cuanto menos forzar a Rusia a ceder a las condiciones de paz de Ucrania. No estoy seguro de si lo dicen por no decepcionar a Zelensky, o por engañarse a sí mismos por algún tipo de delirio, o bien para engañarnos a usted y a mí para que con nuestros impuestos les dejemos comprar juguetes que disparan y explotan. En parte pretenden chinchar a Trump, cosa bastante difícil porque Trump no tiene ningún problema en que los europeos queramos sancionar a Rusia o financiar a Ucrania, siempre que lo hagamos todo con nuestro propio dinerito.

Hay algo pornográfico en la forma en que los europeos intentan desafiar a Trump. ¡Cumplamos el sueño húmedo de los yanquis de separar Europa y Rusia para fortalecer a Washington! ¡Reclamemos más OTAN! ¡Recaudemos más dinero para ofrecer a la OTAN! Que se joda Trump con su aislacionismo: ahora le vamos a poner más el culo, le vamos a exigir que nos domine más, además de ser putas vamos a poner la cama. Y a Ucrania, si Trump no quiere darle el ingreso a la OTAN, pues la metemos en la UE y, si hace falta, pagamos la reconstrucción del país y ponemos tropas de paz para garantizar que EEUU pueda llevarse tranquilamente de allí los recursos naturales.

De los europeos se decía que eran un gigante económico, un enano político y un gusano militar. Ahora quieren dejar de ser gusano y convertirse en gigante militar. Pero sin el presupuesto, sin soberanía, sin industria y sin motivación, los europeos se van a quedar siendo un gusano militar y además van a pasar a ser también un gusano económico y un gusano político. A la gusanera bruselense se la están comiendo los gusanos, apesta a cadáver institucional. Si EEUU está en visible decadencia, Europa está ya en avanzado estado de descomposición. Comparado con ella, miro al degenerado imperio americano de Trump y Musk (un octogenario naranja con el vocabulario de un niño y un asperger que lleva gorra en el Despacho Oval) y me parece estar viendo la Roma de la Dinastía Antonina.

A los habitantes del pudridero europeo nos han dicho Trump y Putin que no vamos a tener nada que decir, ni sobre lo de Ucrania ni sobre nada en absoluto. Quizás nos dejen pagar una parte de la factura. Somos los nuevos «mejicanos» de Trump, cuando en 2016 decía aquello de «voy a construir un muro contra México y lo pagarán los propios mexicanos». Ahora es «construiré en Ucrania una estructura de lavado de dinero, explotación de tierras raras y compraventas del complejo militar-industrial… y los europeos pagarán por ello». Sé que es duro para el pueblo español, siempre tan euro-optimista, «euroinómano» podríamos decir, pero la UE es a ojos del mundo un club decrépito al que ya nadie quiere pertenecer. Está bien que ellos se recuezan en su excremento, ahí en la mini-mesa, los protestantes anglo-germanos y los laicos franceses, pero ya no es un lugar serio para un país con el legado y el potencial de España.


miércoles, 12 de febrero de 2025

Gaza – sueños y pesadillas

elblogdefcosvi, se honra de nuevo en adjuntar un artículo de Adrián Mac Liman, el veterano y experimentado periodista y corresponsal, con una adquirida enorme visión del mundo, altura de miras y gran perspectiva. Todo ello debido a ser un gran observador y a las experiencias adquiridas desde distintos lugares del mapa y también de ser testigo como corresponsal de muchos conflictos bélicos. Solo por citar:  testigo de la caída del Sha de Irán (1978), durante la invasión del Líbano por las tropas israelíes (1984), fue corresponsal de guerra en Chipre (1974), etcétera.

Desde muy joven, trabajo para medios de comunicación internacionales. Corresponsal de varios prestigiosos medios de comunicación. Autor de varios libros sobre Oriente Medio y la evolución del islamismo, como con títulos: Crónicas palestinas (1989), Las tramas secretas de la Guerra del Golfo (ed. 1990), De la nación de refugiados al Estado-nación (1995), Vía Dolorosa (1999), Palestina: el volcán (2001, trad. italiana 2002), El caos que viene (2002, trad. rumana 2004) y Turquía, un país entre dos mundos (2004) y muchos más.

Es también miembro del Grupo de Estudios Mediterráneos de la Universidad de La Sorbona.


Adrian Mac Liman

Gaza – sueños y pesadillas


por: Adrian Mac Liman

 a 08/02/25


Welcome to the USAF military baseGaza. El letrero resultaba algo desconcertante. ¿Fuerza aérea estadounidense en Gaza? Imposible… El despertador puso las cosas en su sitio. Fue un sueño, una pesadilla. ¿Una pesadilla? Pero si todos los noticiarios abren con la misma noticia: Donald Trump quiere adueñarse de la franja de Gaza, expulsando a sus pobladores. El proyecto del actual inquilino de la Casa Blanca es meramente pacifico. Los gazatíes – alrededor de 1.800.000 almas – serán sustituidos por un gigantesco plan inmobiliario: La Riviera de Oriente Medio. Una mega urbanización de lujo, que compita con la Costa Azul gala o la codiciada Florida. Una iniciativa muy acorde con los antecedentes de promotor inmobiliario de Trump.

Sim embargo, los politólogos y los analistas conocedores de la zona tildan de aberrante, descabellado, utópico, cuando no ilegal el plan del presidente estadunidense. De materializarse, la iniciativa supondría: la evacuación permanente, NO temporal, de la población de la franja; una amenaza para el proyecto nuclear iraní y la desactivación de los esfuerzos diplomáticos encaminados a la normalización de las relaciones entre Tel Aviv y Riad. Las exigencias de la monarquía wahabita de contar con la solución de dos Estados – Israel y Palestina – resultarían, pues, inútiles. El Estado Judío contaría con un nuevo vecino en la orilla del Mediterráneo: los Estados Unidos.

Trato de hacer memoria. Gaza ha sido siempre un quebradero de cabeza para el establishment israelí. En el otoño de 1967, al visitar el territorio recién conquistado por el ejército hebreo, el entonces primer ministro israelí, David Ben Gurion, advirtió a los militares que la acompañaban: Hay que salir de Gaza; es una bomba de relojería. No se refería el veterano político a la hipotética o aún inexistente amenaza terrorista, sino al problema que suponía la demografía de la franja, las condiciones de vida infrahumanas de los habitantes, los antecedentes de violencia política o religiosa que socavaron los cimientos de Egipto, antigua potencia administradora de Gaza.    

Ben Gurion se sentía hasta cierto punto culpable por los resultados de su política. En 1948, cuando el Gobierno hebreo procedió a la expulsión de la población palestina de la franja costera, el propio Ben Gurion dejó una gran bolsa demográfica en Gaza y Cisjordania. Con el paso del tiempo, el mecanismo de la bomba de relojería se activó.

La retirada, en 2005, del ejército israelí estacionado en la franja, facilitó el golpe de Estado que desembocó en la llegada al poder del movimiento islamista HAMAS, acérrimo rival de Al Fatah, la corriente mayoritaria de la OLP.

La iniciativa de Donald Trump, que hace caso omiso de las alianzas y los antagonismos de la zona, podría llevar a una reconfiguración del mapa geopolítico de la región, que tendría inesperados efectos a escala mundial. El proyecto de GazaRiviera de Oriente Medio podría frenar el expansionismo de Ankara, limitando la influencia del presidente Erdogan en el mundo árabe-musulmán.

Cabe suponer que también afectaría al protagonismo de Qatar, discreto aliado de Irán y banquero de Hamas así como de otros movimientos rebeldes en la zona.

¿Solución? No hay solución, pero sí una constatación: la intervención militar de Israel en Gaza se saldó con un inconfesable fracaso.


martes, 4 de febrero de 2025

Mapa de los EE.UU

El blog de Fcosvi, le satisface insertar para nuestros seguidores, esta ilustración del genial caricaturista, Barry Blitt. Ilustración que confiamos interpreten y a su vez, sea de su complacencia. 

Barry Blitt (Côte Saint-Luc, Quebec; 30/04/1958) artista, dibujante e ilustrador estadounidense, conocido por sus maravillosas portadas desde el año 1993 en la revista semanal de The New Yorker. También colabora en la página de opinión del The New York Times. Participando en otras ilustres publicaciones como; Vanity Fair,7​ Rolling Stone, The Atlantic y otras.

Barry Blitt, obtuvo en el año 2020 el prestigioso premio Pulitzer por sus dibujos animados.

 

El último mapa autorizado y casi legal de los Estados Unidos

 

Revista: The New Yorker

Ilustración de Barry Blitt

31-01-25