viernes, 7 de junio de 2024

Ley de amnistía

 


La ley de amnistía aprobada; una interesada partidista ley, una vergüenza e injusticia política y una total falta de sentido democrático. 

Opinión

Por: Francesc Costa “fcosvi”

06/06/2024

La amnistía es una ley aprobada el pasado día 30 de mayo, en mi opinión, se aprobó bajo una total falta de sentido de estado, ética política y de moralidad democrática. El resultado de 177 votos a favor y, de 172 en contra, es el producto de toda aberración democrática. Y a su vez, causa de todo un sorprendente reglamento parlamentario, como lo es, el permitir que votasen aquellas formaciones políticas parlamentarias directamente beneficiadas que, no son otras que aquellas de carácter anticonstitucional, antiestado y antiespaña. Las que, no se sienten españolas, que quieren apropiarse a base de, mediante el imbuimiento político y mediático lograr el soporte de una mayoría de la ciudadanía catalana y con este aval, poder exigir al estado una parte del territorio de España, con la finalidad de crear sobre el territorio adueñado, un nuevo estado. Vendiéndose este a la ciudadanía como un Shangri-La y, con ello, haberse logrado salirse del opresor estado español.

Formaciones políticas que no son otras que, las catalanas antiestado que, bajo unas mismas siglas o nuevas, desde el 2011 (cuando vieron que, el presente y próximo porvenir les pintaba bastos, redoblaron el argumento victimista, ingeniándose la argucia política emocional del "Procés") han participado y continúan  participando desde el poder que el estado les ha concedido (gran error, total falta de visión política, desconocimiento de la historia y del cómo somos, más, prolongada irresponsabilidad política) , más el que estas, anticonstitucionalmente se han atribuido, en todos los numerosísimos actos de carácter anticonstitucional y antidemocráticos, más los de carácter injurioso, desobediencias, desaires y desafíos al estado. Haciéndolo desde las diversas administraciones públicas que gobernaban o gobiernan en Catalunya, incluyendo los últimos gobiernos de la Generalitat de Catalunya (Más, Puigdemont, Torra y Aragonès)  Y que, en el 2016, estas formaciones, con idénticas siglas o nuevas, formando parte de la coalición electoral Junts pel Sí y, presidiendo el gobierno de la Generalitat de Catalunya y, continuándose  con el soporte de los gobiernos de determinadas administraciones públicas catalanas, formaciones o coaliciones políticas, entidades civiles, organizaciones, agrupaciones, determinados medios de comunicación exclusivos de Catalunya, como, la pública CCMA (convertida en un auténtico medio de propaganda e instrumento de insuflar pensamientos inquinosos hacia el estado, dentro del más puro estilo Globbleliano) persistieron y persisten con todo el extremado agravio hacia el estado, hasta el punto que, el gobierno catalán con la colaboración y apoyo citado, el pasado 2017, ejecutaron un golpe de sedición al Estado. Y hasta la fecha, los que se beneficiarán de la aprobada amnistía, no han pedido disculpa pública alguna al estado, ni a la embaucada ciudadanía. Más aún, no han rectificado su línea política propagandística y mediática de señalar al estado como opresor. Solo hay que escucharlos.

Por todo ello, en mi opinión, se produjo toda una enorme falla democrática, el aceptar los votos de las formaciones políticas antiestado. Con lo cual, de no ser así, los votos que representan a la ciudadanía que están en contra de la amnistia  hubieran sido mayoría. Lo acaecido, en mi opinión, ha sido poner en entredicho y no poco, a determinadas instituciones del estado, además de una injusticia democrática y toda una falta de ejemplaridad. Con el agravante de que, estas fuerzas políticas catalanas antiestado no modificaran su sentimentaloide extenso populista beligeranteb relato político, el hacerlo seria todo un suicido. Los arumentos esgrimidos para aprobar la Ley de aminísta  del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, son falsos, no teniendo duda alguna de que, éste lo sabe. 

Todo un nuevo escándalo político y antidemocrático únicamente posible desde el conocimiento político de la existencia de una mayoría ciudadana incapacitada de discernir. Y para mayor inri, a su vez, desde la conciencia política que ésta está totalmente atestada de distracciones de todo tipo, cantidad de cortinas de humo, noticias alarmantes, fake news, escándalos, frivolidades al máximo, sucesos, tragedias, etcétera, etcétera y, todo ello, se produce dentro de una enorme velocidad, generalmente tapándose una sobre otra y cubriéndose lo que realmente es muy importante y nos afecta.