jueves, 27 de enero de 2022

Barnums of Covid testing: el botín de los especuladores de guerra

 

Acertada editorial del diario Libération, fundado en 1973, por entre otros; el filósofo Jean-Paul Sartre. 

Editorial que, insertamos en el blog de fcosvi con la confianza de que será del interés de nuestros seguidores. 

Gráfico: Coco/Libération 

Dossier La pandemia de Covid-19 en Francia

 

Editorial Libération

 

Barnums of Covid testing: el botín de los especuladores de guerra.

 

Por: Lauren Provost

26/01/2022

Si bien la política de detección masiva, comprensible hasta ahora, permite a los farmacéuticos obtener ganancias sustanciales, también alienta a los proveedores que no siempre son escrupulosos a nivel social y de salud.

El infierno está pavimentado con buenas intenciones. Seguramente, el gobierno no vio ningún daño en elegir basar su estrategia para combatir la propagación de Covid-19 en pruebas (PCR, antigénicas o auto).  Por supuesto, para que el tríptico “prueba-alerta-protección” funcione, los farmacéuticos tenían que estar presentes. Animados por los incentivos económicos (25 euros por cada prueba, por un kit de hisopos y una placa de reactivos comprados entre 2,50 y 3,50 euros) y las sencillas condiciones que debían cumplir para convertirse en una farmacia de prueba, se arremangaron. Y sí, hacer que estas pruebas sean gratuitas para todos (y luego solo para los vacunados) es una excepción en Europa, a la altura de lo que podemos esperar del sistema de protección social francés.

Las buenas intenciones desde el principio estaban ahí. Pero lógicamente, el infierno no está muy lejos. Incluso le hemos visto instalarse en el pueblo, montando sus tiendas de campaña en nuestras aceras. Los acogimos como respuesta a nuestra necesidad de ser probados rápida y constantemente. Como solución al agotamiento de ciertos farmacéuticos que no pueden seguir el ritmo de los nuevos protocolos y variantes. Pero estas carpas, tan “prácticas”, son también el referente de los “proveedores de servicios” atraídos por un mercado tan rentable como débilmente controlado. Estos “no farmacéuticos” reciben entre 10 y 12 euros de los 25 reembolsados. Se precipitan en las grietas del sistema, explotan regimientos de estudiantes "autónomos" que prueban en la cadena tiritando, sin preocuparse por las condiciones requeridas para que el resultado sea confiable. Libération ha investigado lo que realmente está pasando en la punta del hisopo que tritura nuestras fosas nasales : un negocio de "barnum" fuera de control, el botín de los especuladores de la guerra cuya medida aún no hemos tomado, pero a quienes tendremos que reembolsar un poco. Día u otro.