No
es posible mediar nada, lo único posible es
negociar la reforma de la
Constitución
Por: Francesc Costa
A 09/10/2017
De ser gobierno de España, ya hubiera aplicado aquello que
el artículo 155 de la Constitución Española me permitiera, que
no es la anulación de la Autonomía, todo
lo contrario, en defensa de la misma y del interés general, muy principalmente
el de Catalunya.
Hace demasiado tiempo que Catalunya está introducida en toda irracionalidad
y vorágine política con adversas repercusiones sociales, económicas y de
prestigio de país. Consecuencia de una prolongada cadena de actos
políticos llenos de antidemocracia, cinismo, egocentrismo, desconsideración,
insensatez, osadía y alevosía, todo ello conjuntado en un agresivo y absoluto
desafío por parte del gobierno de la
Comunidad Autonómica de Catalunya
al Estado Español. Con el agravante que el pleito transformado
arguaciamente en independencia, ha
terminado interiorizándose en un 49%
de la ciudadanía de Catalunya (18% aproximado de un respetuoso sentimiento independentista de
años, de cuna, procedente de sus predecesores y entorno),
provocándoles
a su vez en una mayoría el sentimiento de la inquina hacia el Estado Español, según se les ha ido
imbuyendo mediáticamente y con ello, el deseo irracional de independizarse de España.
Han existido y existen más que
suficientes motivos para aplicar el artículo
155 de la Constitución Española
(existió el momento, lo fue los pasados días 6 y 7 de septiembre en
el Parlament de Catalunya, a raíz de las ignominiosas decisiones antidemocráticas de
los de la argucia política disfrazada de “independencia”
etc.),
como también los ha habido para aplicar el artículo
116, como al igual de la intervención de los Tribunales de Justicia. Dado que el gobierno autonómico de Catalunya y la coalición electoral que
lo sustenta han incumplido de forma escandalosa y reiterada todas las normas y
reglas del Estado de Derecho, es
más, prácticamente se han burlado del mismo, con el correspondiente y
continuado aplauso y vitoreo de dos serviles sometidas organizaciones, mal
llamadas entidades civiles.
Entendiendo
que toda obligada intervención legal, más sobre aspectos en que en la
ciudadanía está tan poralizada y sensibilizada, esta debería ser paralela de las
correspondientes explicaciones del portavoz del Gobierno Central o bien del ministerio
Fiscal, etc. dependiendo de quien las ejecutara y dirigidas a la opinión pública.
Explicaciones
que a mi criterio deberían ser totalmente alejadas de cualquier partidismo
político, únicamente circunscritas a la ley,
y a su vez poseedoras de pedagogía y sensibilidad suficientes, con la finalidad
de que la ciudadanía en general pueda comprender las razones de la legal
intervención, al igual que por parte del llamado Mundo Occidental. No dando lugar dado el bajo nivel político existente,
conjuntado a su vez con la prioridad del voto antes que de la ética democrática
y política a que se inicie el “interesado” mensaje tan manido, de la “justicialización de la política”.
En Catalunya, las continuas atrocidades políticas
cometidas no se pueden solucionar hoy con política, como seria estimable, se ha
llegado demasiado lejos con las constantes irregularidades democráticas,
constitucionales y estatutarias efectuadas por el gobierno Autonómico de Catalunya
y de los de la argucia política disfrazada de Independencia, etc. etc.
Desde el día 3, 48 horas posteriores
a la farsa del “referéndum”, fecha
en la que se debía de ejecutar la independencia,
pero…una vez más fueron de farol,
continúan manteniendo en vilo a la ciudadanía, con todo el enorme perjuicio que
ello significa. Vencido el plazo de las 48 horas, la mayoría de los medios de
comunicación y determinados políticos, incluidos los principales actores
políticos sedicionistas, éstos sin enmendar la insensata actitud desafiante de
proclamar unilateralmente la independencia
del estado español, hablan y
hablan de mediación.
Mediación que hasta el propio actor
principal, el president de la Comunidad
Autonómica de Catalunya
demandaba que esta fuera de carácter internacional. ¡Hasta a la Iglesia!, al parecer se le ha
solicitado que intercede en favor de la mediación. Ya una parte de la misma,
representada por 400 clérigos se
dirigieron el pasado mes de septiembre al Papa
Francisco para que intercediera a favor del ilegal referéndum. ¡Cómo es posible tal
irreverencia, pedirle al Santo Padre
que mediará a favor de una ilegalidad, una farsa, una amoralidad política, una
utilización egoísta de la ciudadanía!
Pero…que
se está haciendo, se está refutando la frase que Jesús citó a los fariseos; “Dad
al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Por lo que me
atrevo a decir, que Dios me guarde
de estos clérigos, alejados a mi criterio de lo que representa el cristianismo).
En mi opinión, no es posible mediación
alguna, dado de que no se trata de un estado con respecto a otro estado. Se
trata del gobierno de una de las 17 comunidades autonómicas del Estado Español que ha puesto a éste en
todo un brete. Infringiéndose reiteradamente la Constitución Española, el estado
de derecho, haciéndose caso omiso a las órdenes judiciales y no respetándose
las más mínimas reglas democráticas.
En el muy supuesto que fuera
posible una negociación por interés de Estado,
que no alterara al conjunto del mismo, su composición, por ello sin de espaldas
al mismo, esta debería ir acompañada previamente de una renuncia del gobierno Autonómico de Catalunya al insensato “procés” independentista y sin condicionar las
correspondientes y diversas acciones judiciales que puedan existir. Aun así,
sería muy difícil que se pudiera llegar a entender el negociar con unos
representantes de unas organizaciones políticas pertenecientes a un Gobierno Autonómico, tenedor de un
elevado grado de insolencia y además poseedor de un único pensamiento político
y sin respetar cualquier otro. A su vez,
causante de toda una atrocidad política, mediática y social, sobre la cual no
existe en años, parangón alguno en los países democráticos del llamado mundo occidental, obligándonos a
retroceder a la Europa de principios
del siglo XX.
Lo único que se podría iniciar y con
visión de estado es la negociación para la reforma de la Constitución Española, principalmente sobre las Comunidades Autonómicas y revisión de
algunos aspectos, aquellos aspectos que podrían resultar más eficaces para el bien general del País y de las propias Comunidades
Autonómicas, también están aquellos aspectos a revisar y que pueden afectar
a los Estatutos Autonómicos, incluido el Estatuto Autonómico de Catalunya
del 2006, cercenado por el Tribunal Constitucional el año 2010, a causa de un recurso presentado
por el Partido Popular (el cual habría
que restituir y a su vez aplicar las reformas constitucionales que se pudieran
efectuar)
Se ha llegado
a este punto tan grave y extremo, por la colectiva irresponsabilidad de la
clase política con respecto al incumplimiento constante de la Constitución Española, por la dejadez
pedagógica de la misma en las escuelas, todo lo contrario de muchos de los
países democráticos de nuestro entorno. De haberse efectuado, hoy seguramente
se tendría en España una mayoría de
la ciudadanía que hubiera hecho suyo la multinacionalidad, la multiculturalidad
y el multilingüismo de España, toda
una riqueza. Los nacionalismos conservadores español y catalán han
impedido que sea así, posibilitándolo a su vez por miopía política y de la
carencia de altura de miras del resto de los partidos políticos. De haber sido,
seguramente la mayoría de la ciudadanía hubiera rechazado la utilización
partidista e interesada que los partidos políticos han hecho y hacen de las
diversas culturas existentes en España.
Y hoy, así estamos.
Una
irresponsabilidad encabezada por los que hoy han situado a Catalunya en toda una auténtica adversidad general. Éstos, los de
la argucia política disfrazada de independencia,
etc. etc. Principalmente CDC, hoy PDeCAT (un cambio de nombre a causa de la
corrupción y presunta), con sus políticas
cortoplacistas, de las reivindicaciones constantes y del victimismo (rechazaron en
su día el concierto económico, el instrumento jurídico que regula las
relaciones tributarias y financieras ante la Administración General del Estado,
el mismo que posee el país vasco), argucia política que
les permitió gobernar 23 años
consecutivos. Éstos son los responsables junto con ERC, de la gravísima situación en la que éstos últimos años se
encuentra Catalunya, nunca se
hicieron los deberes, solo se fue tirando de la rifeta (rifa).
Y hoy con una parte del pueblo engañado y sin que nadie, supiera abrirles los
ojos y ahora parece no desean abrirlos.
No es nada baladí, lo ocurrido, lo que
puede ocurrir con el gobierno de la Comunidad
Autonómica de Catalunya el cual ha creado unos negativos y alarmantes precedentes
que obligan a una profunda reflexión política y que a su vez debería de ser de
autocrítica, existen todos los motivos. Que sin duda obligan a unas
determinadas consideraciones sobre la Constitución
Española y a los Estatutos
Autonómicos, por ejemplo; sobre las transferencias y competencias a las Comunidades. Ello a raíz del continuado
mal uso de determinadas transferencias y competencias que se han efectuado por
parte de los diversos Gobiernos centrales al Gobierno Autonómico de Catalunya, sin que ningún Gobierno central, principalmente el actual, el de Mariano Rajoy (Partido Popular) en toda una clara
carencia de autoridad y de sentido de responsabilidad, esto último extensible
al resto de los partidos políticos por omisión, tomara las correspondientes medidas
para evitarlo.
Como ejemplo tenemos el triste papel
con consecuencias de los mossos d’esquadra, la policia autonòmica de Catalunya, que por cierto, ya existiendo recelo
sobre ellos con respecto al 1 de octubre, solo hubiera sido cuestión a
modo de previsión, aplicar la Ley de
Seguridad Ciudadana. La debilidad y la falta de autoridad del gobierno central pasa factura política
y menoscaba al País. Otro aspecto a tener en cuenta es el control
de la Caja autonómica, no es posible
subvencionar a entidades que no tienen otra finalidad que la de movilizar y
agitar a la ciudadanía en contra del Estado
Español y todo oponente a la argucia política disfrazada de independencia, etc. etc. como tampoco lo
es subvencionar medios de comunicación con la finalidad de propagar, publicitar
y estimular a la ciudadanía con el pensamiento único de la Independencia.
Habiendo otros aspectos a negociar,
estos entre los partidos políticos catalanes, como lo es la Ley electoral de Catalunya,
la única comunidad que carece de esta ley,
una persona un voto, estando claro del injusto y fracaso que ha sido hasta la
fecha el sistema electoral acogido. Y otro aspecto es revisar y en profundidad
son los medios de comunicación públicos de Catalunya,
todo un enorme y prolongado escándalo democrático y carente de toda ética
deontológica.
Pero es que tampoco es posible
negociación política alguna que descanse sobre los actores políticos tanto de
aquí, como de allí, causantes de todo esta enorme vergüenza política y
democrática que ha comprometido internacionalmente el prestigio del estado español o bien creado dudas
sobre el mismo.
Ignoro lo que ocurrirá mañana día 10 por la tarde en la comparecencia del
Presidente Autonómico en el Parlament de Catalunya, aunque no sea la proclamación de la Independencia de Catalunya,
que sea otra nueva artimaña prolongadora, o el anuncio de una convocatoria
electoral. Lo ignoro, lo que no ignoro es que esta situación no se debe de
prolongar. Como tampoco ignoro que en las circunstancias actuales ni en Catalunya ni en España se pueden convocar unas elecciones autonómicas ni generales,
dado que no existen las garantías democráticas necesarias, muy principalmente por
el estado anímico y de influencia mediática (otro aspecto nefasto, el de los medios de
comunicación, principalmente los audiovisuales) en el que se encuentra la ciudadanía.
Demasiados acondicionamientos para acudir a una votación.
Catalunya no puede, no debe
continuar recibiendo tanto perjuicio social, económico y político. El Estado Español, Catalunya no puede estar viviendo con preocupación e inquietud lo
que decidirá en cada momento el Gobierno Autonómico de Catalunya, acompañándose de
organizadas agitaciones y movilizaciones y ciudadanas que únicamente
contribuyen a la alteración de nuestra vida social, mientras a su vez éste
continua con el atropello y deterioramiento democrático, político, mediático,
económico y social de Catalunya.
La solución a mi criterio pasa independientemente
de asegurarse que no pueda volver a ocurrir que unos cargos institucionales, utilizándose
instituciones del estado y recursos públicos cometan un acto de sedición contra
el Estado Español y todo lo que este
representa. Significando que cualquier
reivindicación se puede efectuar dentro de los cauces de la legalidad. Pues bien no ha sido así, todo lo contrario y
más, por lo cual ha de pasar por accionarse el imperio de la Ley, la inhabilitación política del
gobierno de la Generalitat y del
resto de los de la argucia política disfrazada de independencia, etc. etc. aunque muchos no son los actores
principales, han participado y se han comprometido con su firma.
Inhabilitado el Gobierno Autonómico, debería pasar por el nombramiento de un gobierno de coalición, y el posterior nombramiento de un consensuado presidente
de la Generalitat. Todo ello con el Parlament de Catalunya suspendido como si estuviera en época vacacional, y
preparar la convocatoria electoral para un plazo no superior a un año. Siendo a
su vez prioritario el normalizar los medios de comunicación públicos de Catalunya, convertirlos en reales entes
públicos, modernos, abiertos y al servicio general de la ciudadanía, sin
partidismo político alguno, con informativos de calidad y pedagógicos en
general, con informaciones veraces y constatadas. (imprescindible formular cartas de
despido al mucho personal que ha dado muestras de un exagerado y entreguismo partidismo
político).
Imprescindible la actuación de la justicia sobre la ANC y sobre la dirección de Òmnium
Cultural. finalización de las subvenciones a entidades y medios de
comunicación. Que finalmente entre la buena política, vida democrática y de
calidad social en Catalunya.
Y a todo ello, habrá que exigirle al presidente del Gobierno español, señor Mariano Rajoy, responsabilidades
políticas, su dimisión, por haber, poseyendo la autoridad no ejercerla, parando desde un principio lo que muchos
indicábamos que sucedería , que se estaba viendo, leyendo y escuchando que se
estaba progresivamente materializando, como así ha sido. Una irresponsabilidad
compartida por el resto de las fuerzas políticas. Toda una vergüenza, pues no
se salva ninguna. ¡Pobre ciudadanía!, ¡pobre País!
Mañana se podrá comprobar
el grado de nivel de estado que poseen, frente a lo que pueda ocurrir, no puede
aceptarse que sea la estrategia