sábado, 14 de octubre de 2017

El "mantra" de los idiotas

Gregorio Morán Suárez (1947-Oviedo- Asturias) escritor, periodista y articulista. Autor de fina visión, lo cual sin duda le ha provocado más de un problema, dado que no se acepta la franqueza, más si está contiene una cierta ironía. Gregorio Morán tiene en su haber magníficos artículos y a su vez es autor de buenos libros.   

Gregorio Morán en su línea, ha escrito este interesante artículo en el diario digital Crónica Global, por entender que el mismo podría ser del interés de los seguidores de elblogdefcosvi, lo adjuntamos en el mismo.




Gregorio Morán 


SABATINAS INTEMPESTIVAS

El “mantra” de los idiotas.

Por: Gregorio Morán

Crónica Global, diario digital

14.10.2017


El surrealismo ha sido fecundo en el terreno del arte y la literatura, pero aplicado a la política se tradujo siempre en irresponsabilidad y aventurerismo, incluso algunas veces trágico. La historia de España está llena, durante el siglo XX, de gestos surrealistas que acarrearon consecuencias desoladoras. Ahora, en el XXI, hemos vivido momentos de alto voltaje surrealista --la corrupción endémica o la crisis bancaria, sin ir más lejos--, luego llegó lo que estamos viviendo en Cataluña.

Un president de la Generalitat dice que declara la República catalana, pero lo enuncia en tales términos que no se sabe si lo dice en serio o amaga con hacerlo. Hasta tal punto que sus propios partidarios no tienen la certeza aún de si lo ha proclamado o si va a considerarlo en "las próximas semanas". Una duda que ha dejado al personal adversario en la creencia de que el president está encerrado con su propio juguete y no está dispuesto a que se lo quiten. Una niñería de recién sobrevenido a la política, a quien nadie, fuera de su ámbito personal, conocía ni esperaba nada que no fuera su mediocridad de alcalde por corrimiento de escala, como en el ejército, donde uno asciende a partir de la vacante que deja el inmediato superior.

Las sociedades frágiles se distinguen, entre otras cosas, por un alto concepto de sí mismas, atufadas de profecías autocumplidas, que se basan en el orgullo de sentirse diferentes porque así lo han decidido. Un proceso tortuoso que pasa por una etapa que se acerca al surrealismo: ellos deciden quiénes son sus enemigos, que no son otros que aquellos que les impiden ser plenamente como quieren ser y no como son.

Esta sociedad nuestra está llena de gentes que se inventaron a sus enemigos y eso no tiene más tratamiento que el psiquiátrico. Que los dos bancos más importantes de Cataluña hayan abandonado el territorio, ellos que tanto alimentaron soterradamente al victimario nacionalista con fondos del Estado, es una manifestación de desvergüenza; lo que en el mundo bancario se califica como la defensa de los fondos amenazados por la irresponsabilidad de sus líderes, los mismos que se lucraron con sus complicidades. Un gesto de cinismo. Pero lo que entra de lleno en el surrealismo es que el vicepresidente, señor Junqueras, de aspecto abacial y acendrada religiosidad, sostenga que al fin y al cabo los dos bancos han llevado sus sedes a los Países Catalanes, porque uno se fue a Valencia y el otro a Mallorca.

Esta gente no respira realidad. No ya realismo sino sentido común, que aseguran es el menos común de los sentidos. Lejos de ellos cualquier tentación revolucionaria; son reaccionarios de cuna y en ese ámbito se mueven con soltura, porque vivimos en una sociedad cómoda y autosuficiente. Me refiero a ellos y a los suyos, porque el resto de la ciudadanía, que sigue siendo mayoritaria, ha de pechar con las necesidades cotidianas que son las que menos preocupan a esta panda de descerebrados cuyos jefes y promotores aspiran a la amnistía que les libre del peso de la justicia.

Donde no se respira realidad se acaba abandonando la memoria, esa memoria que nos obligaría a recordar a aquellos diputados insultados, escupidos y humillados, cuyo president y conseller de Interior hubieron de entrar por el cielo, en helicóptero, en ese mismo parlamento luego convertido en circo mediático donde exhibir el patetismo de unos payasos.

Pero donde se ha alcanzado la cima del surrealismo en política, allí donde se alcanza sin más el territorio de la idiotez, es en el mantra --convertido en verdad de fe por los conversos a la causa del nacionalismo bajo en calorías-- que considera a Mariano Rajoy como el fabricante principal del independentismo. Ni Pujol, ni el abad de Montserrat, ni los desmadrados medios de comunicación al servicio de una Generalitat de reclutas sin fronteras, por citar los más emblemáticos entre otros muchos. El principal creador de independentistas es el enemigo al que no se atreven, ni quieren, ni pueden abatir, Mariano Rajoy. Un político menguado que lo único que puede exhibir es su veteranía, sus modos de registrador de la propiedad y su horrendo castellano de jugador de mus.

Cuando la idiotez se hace ideología, llegan los mantras, esa herencia budista que la psicología vulgar ha convertido en lemas para gente poco dada a pensar por sí misma, y entonces ocurre que las inteligencias perezosas, idiotizadas, no se dan cuenta de que están inventando un personaje que acabará enterrándolos.



martes, 10 de octubre de 2017

Artículo 155 de la Constitución Española





No es posible mediar nada, lo único posible es 

negociar la reforma de la Constitución


Por: Francesc Costa

A 09/10/2017



De ser gobierno de España, ya hubiera aplicado aquello que el artículo 155 de la Constitución Española me permitiera, que no es la anulación de la Autonomía, todo lo contrario, en defensa de la misma y del interés general, muy principalmente el de Catalunya.


Hace demasiado tiempo que Catalunya está introducida en toda irracionalidad y vorágine política con adversas repercusiones sociales, económicas y de prestigio de país.  Consecuencia de una prolongada cadena de actos políticos llenos de antidemocracia, cinismo, egocentrismo, desconsideración, insensatez, osadía y alevosía, todo ello conjuntado en un agresivo y absoluto desafío por parte del gobierno de la Comunidad Autonómica de Catalunya   al Estado Español. Con el agravante que el pleito transformado arguaciamente en independencia, ha terminado interiorizándose en un 49% de la ciudadanía de Catalunya (18% aproximado de un respetuoso sentimiento independentista de años, de cuna, procedente de sus predecesores y entorno), provocándoles a su vez en una mayoría el sentimiento de la inquina hacia el Estado Español, según se les ha ido imbuyendo mediáticamente y con ello, el deseo irracional de independizarse de España

Han existido y existen más que suficientes motivos para aplicar el artículo 155 de la Constitución Española (existió el momento, lo fue los pasados días 6 y 7 de septiembre en el Parlament de Catalunya, a raíz de las ignominiosas decisiones antidemocráticas de los de la argucia política disfrazada de “independencia” etc.), como también los ha habido para aplicar el artículo 116, como al igual de la intervención de los Tribunales de Justicia. Dado que el gobierno autonómico de Catalunya y la coalición electoral que lo sustenta han incumplido de forma escandalosa y reiterada todas las normas y reglas del Estado de Derecho, es más, prácticamente se han burlado del mismo, con el correspondiente y continuado aplauso y vitoreo de dos serviles sometidas organizaciones, mal llamadas entidades civiles. 

Entendiendo que toda obligada intervención legal, más sobre aspectos en que en la ciudadanía está tan poralizada y sensibilizada, esta debería ser paralela de las correspondientes explicaciones del portavoz del Gobierno Central o bien del ministerio Fiscal, etc. dependiendo de quien las ejecutara y dirigidas a la opinión pública.
Explicaciones que a mi criterio deberían ser totalmente alejadas de cualquier partidismo político, únicamente circunscritas a la ley, y a su vez poseedoras de pedagogía y sensibilidad suficientes, con la finalidad de que la ciudadanía en general pueda comprender las razones de la legal intervención, al igual que por parte del llamado Mundo Occidental. No dando lugar dado el bajo nivel político existente, conjuntado a su vez con la prioridad del voto antes que de la ética democrática y política a que se inicie el “interesado” mensaje tan manido, de la “justicialización de la política”. 
En Catalunya, las continuas atrocidades políticas cometidas no se pueden solucionar hoy con política, como seria estimable, se ha llegado demasiado lejos con las constantes irregularidades democráticas, constitucionales y estatutarias efectuadas por el gobierno Autonómico de Catalunya y de los de la argucia política disfrazada de Independencia, etc. etc.   
Desde el día 3, 48 horas posteriores a la farsa del “referéndum”, fecha en la que se debía de ejecutar la independencia, pero…una vez más fueron de farol, continúan manteniendo en vilo a la ciudadanía, con todo el enorme perjuicio que ello significa.  Vencido el plazo de las 48 horas, la mayoría de los medios de comunicación y determinados políticos, incluidos los principales actores políticos sedicionistas, éstos sin enmendar la insensata actitud desafiante de proclamar unilateralmente la independencia del estado español, hablan y hablan de mediación.

Mediación que hasta el propio actor principal, el president de la Comunidad Autonómica de Catalunya demandaba que esta fuera de carácter internacional.  ¡Hasta a la Iglesia!, al parecer se le ha solicitado que intercede en favor de la mediación. Ya una parte de la misma, representada por 400 clérigos se dirigieron el pasado mes de septiembre al Papa Francisco para que intercediera a favor del ilegal referéndum. ¡Cómo es posible tal irreverencia, pedirle al Santo Padre que mediará a favor de una ilegalidad, una farsa, una amoralidad política, una utilización egoísta de la ciudadanía! Pero…que se está haciendo, se está refutando la frase que Jesús citó a los fariseos; “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Por lo que me atrevo a decir, que Dios me guarde de estos clérigos, alejados a mi criterio de lo que representa el cristianismo).

En mi opinión, no es posible mediación alguna, dado de que no se trata de un estado con respecto a otro estado. Se trata del gobierno de una de las 17 comunidades autonómicas del Estado Español que ha puesto a éste en todo un brete. Infringiéndose reiteradamente la Constitución Española, el estado de derecho, haciéndose caso omiso a las órdenes judiciales y no respetándose las más mínimas reglas democráticas.

En el muy supuesto que fuera posible una negociación por interés de Estado, que no alterara al conjunto del mismo, su composición, por ello sin de espaldas al mismo, esta debería ir acompañada previamente de una renuncia del gobierno Autonómico de Catalunya al insensato “procés independentista y sin condicionar las correspondientes y diversas acciones judiciales que puedan existir. Aun así, sería muy difícil que se pudiera llegar a entender el negociar con unos representantes de unas organizaciones políticas pertenecientes a un Gobierno Autonómico, tenedor de un elevado grado de insolencia y además poseedor de un único pensamiento político y sin respetar cualquier otro.  A su vez, causante de toda una atrocidad política, mediática y social, sobre la cual no existe en años, parangón alguno en los países democráticos del llamado mundo occidental, obligándonos a retroceder a la Europa de principios del siglo XX.

Lo único que se podría iniciar y con visión de estado es la negociación para la reforma de la Constitución Española, principalmente sobre las Comunidades Autonómicas y revisión de algunos aspectos, aquellos aspectos que podrían resultar  más eficaces para  el bien general del País y de las propias Comunidades Autonómicas, también están aquellos aspectos a revisar y que pueden afectar  a los Estatutos Autonómicos, incluido el Estatuto Autonómico de Catalunya del 2006, cercenado por el Tribunal Constitucional el año 2010, a causa de un recurso presentado por el Partido Popular (el cual habría que restituir y a su vez aplicar las reformas constitucionales que se pudieran efectuar

Se ha llegado a este punto tan grave y extremo, por la colectiva irresponsabilidad de la clase política con respecto al incumplimiento constante de la Constitución Española, por la dejadez pedagógica de la misma en las escuelas, todo lo contrario de muchos de los países democráticos de nuestro entorno. De haberse efectuado, hoy seguramente se tendría en España una mayoría de la ciudadanía que hubiera hecho suyo la multinacionalidad, la multiculturalidad y el multilingüismo de España, toda una riqueza. Los nacionalismos conservadores español y catalán han impedido que sea así, posibilitándolo a su vez por miopía política y de la carencia de altura de miras del resto de los partidos políticos. De haber sido, seguramente la mayoría de la ciudadanía hubiera rechazado la utilización partidista e interesada que los partidos políticos han hecho y hacen de las diversas culturas existentes en España.  Y hoy, así estamos.

Una irresponsabilidad encabezada por los que hoy han situado a Catalunya en toda una auténtica adversidad general. Éstos, los de la argucia política disfrazada de independencia, etc. etc. Principalmente CDC, hoy PDeCAT (un cambio de nombre a causa de la corrupción y presunta), con sus políticas cortoplacistas, de las reivindicaciones constantes y del victimismo (rechazaron en su día el concierto económico, el instrumento jurídico que regula las relaciones tributarias y financieras ante la Administración General del Estado, el mismo que posee el país vasco), argucia política que les permitió gobernar 23 años consecutivos. Éstos son los responsables junto con ERC, de la gravísima situación en la que éstos últimos años se encuentra Catalunya, nunca se hicieron los deberes, solo se fue tirando de la rifeta (rifa). Y hoy con una parte del pueblo engañado y sin que nadie, supiera abrirles los ojos y ahora parece no desean abrirlos. 

No es nada baladí, lo ocurrido, lo que puede ocurrir con el gobierno de la Comunidad Autonómica de Catalunya el cual ha creado unos negativos y alarmantes precedentes que obligan a una profunda reflexión política y que a su vez debería de ser de autocrítica, existen todos los motivos. Que sin duda obligan a unas determinadas consideraciones sobre la Constitución Española y a los Estatutos Autonómicos, por ejemplo; sobre las transferencias y competencias a las Comunidades. Ello a raíz del continuado mal uso de determinadas transferencias y competencias que se han efectuado por parte de los diversos Gobiernos centrales al Gobierno Autonómico de Catalunya, sin que ningún  Gobierno central, principalmente el actual, el de Mariano Rajoy (Partido Popular) en toda una clara carencia de autoridad y de sentido de responsabilidad, esto último extensible al resto de los partidos políticos por omisión, tomara las correspondientes medidas para evitarlo.

Como ejemplo tenemos el triste papel con consecuencias de los mossos d’esquadra, la policia autonòmica de Catalunya, que por cierto, ya existiendo recelo sobre ellos con respecto al 1 de octubre, solo hubiera sido cuestión a modo de previsión, aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana. La debilidad y la falta de autoridad del gobierno central pasa factura política y menoscaba al País.  Otro aspecto a tener en cuenta es el control de la Caja autonómica, no es posible subvencionar a entidades que no tienen otra finalidad que la de movilizar y agitar a la ciudadanía en contra del Estado Español y todo oponente a la argucia política disfrazada de independencia, etc. etc. como tampoco lo es subvencionar medios de comunicación con la finalidad de propagar, publicitar y estimular a la ciudadanía con el pensamiento único de la Independencia

Habiendo otros aspectos a negociar, estos entre los partidos políticos catalanes, como lo es la Ley electoral de Catalunya, la única comunidad que carece de esta ley, una persona un voto, estando claro del injusto y fracaso que ha sido hasta la fecha el sistema electoral acogido. Y otro aspecto es revisar y en profundidad son los medios de comunicación públicos de Catalunya, todo un enorme y prolongado escándalo democrático y carente de toda ética deontológica.

Pero es que tampoco es posible negociación política alguna que descanse sobre los actores políticos tanto de aquí, como de allí, causantes de todo esta enorme vergüenza política y democrática que ha comprometido internacionalmente el prestigio del estado español o bien creado dudas sobre el mismo. 

Ignoro lo que ocurrirá mañana día 10 por la tarde en la comparecencia del Presidente Autonómico en el Parlament de Catalunya, aunque no sea la proclamación de la Independencia de Catalunya, que sea otra nueva artimaña prolongadora, o el anuncio de una convocatoria electoral. Lo ignoro, lo que no ignoro es que esta situación no se debe de prolongar. Como tampoco ignoro que en las circunstancias actuales ni en Catalunya ni en España se pueden convocar unas elecciones autonómicas ni generales, dado que no existen las garantías democráticas necesarias, muy principalmente por el estado anímico y de influencia mediática (otro aspecto nefasto, el de los medios de comunicación, principalmente los audiovisuales) en el que se encuentra la ciudadanía. Demasiados acondicionamientos para acudir a una votación.
  
Catalunya no puede, no debe continuar recibiendo tanto perjuicio social, económico y político. El Estado Español, Catalunya no puede estar viviendo con preocupación e inquietud lo que decidirá en cada momento el Gobierno Autonómico de Catalunya, acompañándose de organizadas agitaciones y movilizaciones y ciudadanas que únicamente contribuyen a la alteración de nuestra vida social, mientras a su vez éste continua con el atropello y deterioramiento democrático, político, mediático, económico y social de Catalunya.

La solución a mi criterio pasa independientemente de asegurarse que no pueda volver a ocurrir que unos cargos institucionales, utilizándose instituciones del estado y recursos públicos cometan un acto de sedición contra el Estado Español y todo lo que este representa.  Significando que cualquier reivindicación se puede efectuar dentro de los cauces de la legalidad.  Pues bien no ha sido así, todo lo contrario y más, por lo cual ha de pasar por accionarse el imperio de la Ley, la inhabilitación política del gobierno de la Generalitat y del resto de los de la argucia política disfrazada de independencia, etc. etc. aunque muchos no son los actores principales, han participado y se han comprometido con su firma. 

Inhabilitado el Gobierno Autonómico, debería pasar por el nombramiento de un gobierno de coalición, y  el posterior nombramiento de un consensuado presidente de la Generalitat. Todo ello con el Parlament de Catalunya suspendido como si estuviera en época vacacional, y preparar la convocatoria electoral para un plazo no superior a un año. Siendo a su vez prioritario el normalizar los medios de comunicación públicos de Catalunya, convertirlos en reales entes públicos, modernos, abiertos y al servicio general de la ciudadanía, sin partidismo político alguno, con informativos de calidad y pedagógicos en general, con informaciones veraces y constatadas. (imprescindible formular cartas de despido al mucho personal que ha dado muestras de un exagerado y entreguismo partidismo político). Imprescindible la actuación de la justicia sobre la ANC y sobre la dirección de Òmnium Cultural. finalización de las subvenciones a entidades y medios de comunicación. Que finalmente entre la buena política, vida democrática y de calidad social en Catalunya

Y a todo ello, habrá que exigirle al presidente del Gobierno español, señor Mariano Rajoy, responsabilidades políticas, su dimisión, por haber, poseyendo la autoridad no ejercerla,  parando desde un principio lo que muchos indicábamos que sucedería , que se estaba viendo, leyendo y escuchando que se estaba progresivamente materializando, como así ha sido. Una irresponsabilidad compartida por el resto de las fuerzas políticas. Toda una vergüenza, pues no se salva ninguna. ¡Pobre ciudadanía!, ¡pobre País!

Mañana se podrá comprobar el grado de nivel de estado que poseen, frente a lo que pueda ocurrir, no puede aceptarse que sea la estrategia